Lo que quedó en pie fue la estructura del monumento inmortalizado por Víctor Hugo en una novela en 1831, que sobrevivió a casi 900 años de tumultuosa historia. Los dos emblemáticos campanarios de 69 metros de altura del templo seguían intactos y estaban atestados de especialistas y arquitectos, que evaluaban el estado de edificio desde primera hora de la mañana. La aguja y la cubierta de la catedral, sin embargo, desaparecieron.

Las autoridades consideran que el fuego se debió a un accidente, posiblemente como resultado de las labores de restauración que se llevaban a cabo en el lugar.

Se determinarán los pasos a seguir y detallar un plan de reconstrucción que debería comenzar ni bien finalice la investigación para dar con las causas del accidente.

En el programa Entre Nosotros Rebeca, los miembros del equipo hablaron con especialistas en restauración y conservación arquitectónica, respecto de la posibilidad de recuperar el histórico Patrimonio francés.