La decisión de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) de que las sanciones para disputar partidos sin público no incluya a menores, tiene sus repercusiones.

El estadio National Arena de Bucarest recibió este lunes, en el marco de un partido de eliminatorias rumbo a la Euro 2020, a un total de treinta mil niños rumanos.

Al equipo local lo habían penado con la imposibilidad de que concurra su público, por incidentes ocurridos el mes pasado, en los juegos ante España y Malta.

Así, el partido ante Noruega, que terminó empatado 1 a 1, derivó en el récord mundial de la presencia de treinta mil niños en una cancha.

Los únicos mayores habilitados fueron quienes los custodiaron, con un cálculo de una persona cada diez menores.