Hace un año atrás se detectó el inicio de un amplio brote de ébola en la República Democrática del Congo.

Hoy, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en la necesidad de la declaración de “zona de emergencia” al país africano, a sabiendas de los riesgos, contexto militar mediante, de los continuos ataques a los centros de atención médica.

“Esta situación aumenta el riesgo de internacionalización de la enfermedad”, destaca la OMS.

Con una tasa de mortalidad que llega al 50 por ciento, los últimos informes revelan un total de casi 2.400 infectados, de los cuales 1.606 murieron.

El ébola se contagia de persona a persona por contacto directo con órganos, sangre u otros líquidos corporales. También por contacto indirecto con materiales contaminados.

Es sumamente mortal, pudiendo provocar hemorragias internas y externas, disfunciones renal o hepática.