Después del fallo del juez federal con competencia electoral, Ricardo Bustos Fierro, que le dio la razón a Sumar y con ello dispuso la realización de internas el domingo 18 de marzo, hay que hacerse algunas preguntas: ¿Los radicales están en condiciones de votar? ¿Pueden hacerlo?

El cronograma electoral es claro y tiene una fecha cúlmine de todo este destartalado proceso interno, que llevó a un enfrentamiento interno dominado por la falta de diálogo y la tozudez: el 14 de marzo.

Llegó la hora de contar los porotos, pero los propios protagonistas (muchos de los que integran Sumar) aseguran que no se podrá votar el domingo próximo.

Lo concreto es que el fallo fue un mazazo para la dupla que lideran Mario Negri y Ramón Mestre, que no esperaban semejante porrazo. Es que la Junta Electoral dominada por el oficialismo partidario, hace pocos días había dejado fuera de las pistas a Sumar y consagrado al al intendente de General Cabrera Marcos Carasso (negrista) como titular del Comité Provincia de la UCR.

Sin embargo, la corrección judicial obliga a barajar y dar de nuevo en una interna que encuentra a dos bandos tan enfrentados , lo cual torna prácticamente imposible cualquier chande de negociación.

Desde Sumar aportan algunos datos que llevan a pensar que la interna del domingo 14 es muy difícil que se pueda realizar. Ejemplos: no están oficializados los circuitos, no está la carta marina (a partir de la cual se designan las escuelas en las que la gente irá a votar), no están las urnas, etcétera, etcétera.

“Al menos se necesitará una semana más”, argumentan referentes de la primera línea de los que celebraron el fallo de Bustos Fierro.

Obviamente, en Sumar se sorprendieron por la resolución judicial porque no la esperaban. En las filas de la dupla Negri-Mestre íntimamente consideraron este fallo como una fuerte derrota.

Deberá verse ahora si el juez concede una semana más de plazo para efectivizar la interna. No hay que olvidar que la sentencia obliga al oficialismo partidario (hoy dominado por el mestrismo) a garantizar a Sumar la posibilidad de organizarse y participar en esta confrontación interna.

De todos modos, habrá una catarata de recursos impugnando el fallo de la Justicia, lo cual será un ingrediente más en esta pelea.

Con esta decisión, el juez federal deja una huella profunda en la historia bamboleante del radicalismo cordobés, que en las últimas dos décadas se acostumbró a perder y aparece como furgón de cola del peronismo. Hoy, la centenaria UCR no es oposición al justicialismo que, a pesar de sus confrontaciones internas, siente sólo un leve cosquilleo cuando algún dirigente radical bravuconea  cuando hay cámaras de televisión cerca.

En el fondo, si este fallo se  ratifica, la Justicia también le dio una mala noticia al peronismo porque –tal vez sin quererlo- habría sembrado el germen de la renovación en el radiclaismo.