La situación económica es el problema más grave en nuestro país. Hace más de diez años que la inflación azota a los argentinos y los salarios y las jubilaciones siempre pierden. Desde hace dos años Argentina crece, pero la pobreza también crece. Esto demuestra que el gobierno no da respuestas muy significativas y esto hace que las expectativas de la gente común estén por el piso. Si esto no cambia, el pronóstico electoral del oficialismo es negro. El problema no es la unidad, es la economía. 

El acuerdo con el fondo ha logrado buena aceptación ciudadana pero las expectativas de la gente son muy bajas. La mayoría no percibe cómo va a mejorar su situación económica. Las respuestas debe darles el gobierno, no sólo produciendo mejoras, sino explicando la estafa macrista claramente. 

La deuda tomada por Juntos por el Cambio será pagada y ahora vamos a discutir quienes la pagarán. Macri nos dejó con cien mil millones de dólares de deuda, de los cuales cuarenta y cinco mil millones son con el Fondo. La mayor parte se la fugaron sus socios y cómplices. Actualmente sabemos por los Panamá Papers que hay cuatrocientos mil millones en cuevas fiscales oscuras y también sabemos que existe un fuerte reclamo popular de que alguna vez la paguen los que tienen que pagarla.

Cristina hizo nuevamente una movida genial planteando proyectos de leyes para detectar las operaciones ilegales, que han desviado fondos a guaridas fiscales. El proyecto principal apunta a que todos aquellos que tengan bienes en el exterior no declarados, realicen un aporte especial para pagar la deuda con el FMI. Esto descolocó a la oposición que rápidamente salió a proteger a los evasores, como hacen siempre. 

El debate político no será sobre un nuevo impuesto porque no se trata de un aporte especial de los ricos, sino que está dirigido a los evasores que se llevaron la plata afuera sin pagar impuestos. El tema tiene un profundo sentido de justicia social y equidad, porque lo que vamos a debatir es sobre soberanía económica. Los que deberían pagar son quienes más han dañado a la Argentina por vía de evasión y fuga de capitales, durante los cuatro años que gobernó la Alianza Cambiemos con sus cómplices. 

La situación política actual es muy compleja. Está afectada por la cuestión internacional de la guerra, por la inflación interna y por la crisis en el seno de los dos Frentes que hoy representan el Oficialismo y la Oposición. En medio de éstas disputas y entre las sombras, crecen los Libertarios y ya alcanzan un 18 % de intensión de voto, según el último estudio de Gustavo Córdoba. Todos deberían preocuparse por esto, porque no tiene precedentes en la historia Argentina y es sumamente peligroso para la democracia misma.

Álvaro Ruiz Moreno: Debate político y peligro libertario