La Policía de Córdoba terminó el mes de agosto de 2020 de la misma manera en que lo comenzó: matando por la espalda. Esa es la verdad mal que le pese al gobernador de la Provincia Juan Schiaretti. Sólo haciéndose cargo de esa realidad será posible que la sociedad cordobesa vuelva a confiar en la institución que debe protegerla. Hasta que eso ocurra la Policía da tanto miedo como los ladrones.

En lo que pareció un manotazo de ahogado se conoció un comunicado oficial de la institución. Allí el Comisario Mayor Gustavo Vélez reconoce —un mes después— lo que todos sabemos desde el seis de agosto pasado: que la muerte de Blas “tiene seriamente implicados a funcionarios policiales de distintas jerarquías”.

El jefe de Policía llamó a "restaurar la confianza de la sociedad" con la fuerza

Si no hubiera muertos de por medio, sería gracioso. Si no fuera grave, sería simplemente patético. Ni en ese comunicado ni en las conversaciones que tuvo después con los medios (a los que no se animó a recibir en conferencia, sino que recibió de a uno) el Jefe se refirió a los otros dos homicidios —y una tentativa de homicidio— que sus subordinados cometieron en los últimos sesenta días.

En absoluta soledad. Sin el apoyo de sus compañeros del Estado Mayor y sin la presencia del ministro de Seguridad Alfonso Mosquera, el Comisario Mayor Vélez se mostró consternado por el caso Blas, pero no dijo una palabra del homicidio de José Antonio Ávila, un hombre de 35 años asesinado en Villa El Libertador en el mes de julio por dos policías de la división motocicletas. Tampoco se refirió al policía detenido por dispararle hace una semana al joven Nicolás Barón Miño en San Francisco, ni al policía detenido por matar el lunes a un hombre (que según la Policía tendría antecedentes penales) en Alta Gracia.

Tratando de ensayar una autocrítica el Comisario Mayor Vélez se mostró dolido por el hecho de que haya nueve policías imputados por el homicidio de Blas. Sin embargo —y tomando sólo los últimos 60 días— en realidad son trece (Sí. ¡13!) los integrantes de la institución que conduce Gustavo Vélez, detenidos por estar vinculados de una manera u otra a diferentes homicidios.

Finalmente entre las preguntas que contestó a Canal 10, el comisario mayor aseguró que lo sorprende que haya policías que lleven armas “para plantar” como se probó en el caso Blas. Al respecto Leguizamón consideró que la afirmación del Jefe policial suena cínica si se tiene en cuenta que hasta existen fallos judiciales con sentencia firme que confirman que eso ha ocurrido en reiteradas oportunidades en la provincia.