Tras varios meses y semanas de incertidumbre, finalmente, Pedro Castillo asumirá como presidente de Perú hoy, 28 de julio.

A pesar de que, su rival en el ballotage, Keiko Fujimori, aún sostiene que hubo “irregularidades”, admitió su derrota ante el profesor Castillo, hace dos semanas.

El presidente electo peruano hará dos juramentos: en la casa de Gobierno en Lima, y al día siguiente, en el Santuario Histórico de Ayacucho, en las faldas del cerro Condorcunca, lugar del triunfo final del Ejército independentista contra las tropas realistas españolas.

En principio, Pedro Castillo será el mandatario de Perú para el período 2021-2026. Eso es, en caso de que logre sobreponerse a la inestabilidad endémica del sistema político peruano, que fagocitó a los últimos cuatro presidentes tras pasar un promedio de 13 meses en el cargo cada uno.

El presidente argentino, Alberto Fernández, será uno de los invitados de honor a la asunción de Castillo. Fernández fue el primer mandatario latinoamericano en reconocer la victoria presidencial, por lo que se espera que su relación con su ahora homólogo sea muy fluida.

La delegación argentina, además, estará compuesta por el vocero presidencial Juan Pablo Biondi y por el canciller Felipe Solá, que viene de haber estado en la 21° Reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), celebrada en la Ciudad de México. Férnandez aprovechará el viaje a Lima para, entrevistarse a solas con Castillo, pero también con sus pares colombiano y ecuatoriano, Iván Duque y Guillermo Lasso, respectivamente, además del canciller mexicano, Marcelo Ebrard. La intención del argentino es conseguir el apoyo de sus colegas para presidir la CELAC a partir de enero de 2022.

No es una posibilidad tan remota, ya que, Brasil abandonó el foro regional, ahora conformado por 32 Estados, en enero de 2020, debido a que, según el entonces ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo: “No venía teniendo resultados en la defensa de la democracia en la región, al contrario, daba su escenario para regímenes no democráticos como Venezuela, Cuba, Nicaragua”.

La intención, tanto del gobierno argentino como del mexicano, es que la CELAC reemplace a la OEA como el principal foro de discusión en el continente americano. Así lo expresó hace algunas semanas Andrés Manuel López Obrador. México, actualmente tiene la presidencia pro tempore del organismo, y ve con buenos ojos que su sucesor sea Argentina, un gobierno con el cual tiene sintonía.

La llegada de Castillo al poder son buenas noticias tanto para Argentina como para México, también para Bolivia, y en menor medida para Cuba y Venezuela. El mapa regional ha cambiado de manera importante desde la asunción de Fernández y de AMLO. Sin embargo, el tiempo dirá si, efectivamente, el peruano logra consolidarse en su país. Para ello, primero tendrá que luchar contra un sistema que parece diseñado para que ningún presidente logre acumular el poder suficiente. Por lo pronto, Fernández gana un aliado en un contexto donde necesita del mayor apoyo posible, tanto interno como externo.