La suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) previstas para el año que viene se ha convertido en un nuevo motivo de enfrentamiento entre el presidente Alberto Fernández y la vice, Cristina Fernández de Kirchner.

El presidente avala esa suspensión, mientras que la vice considera que cuando se deba votar –agosto próximo-, el Gobierno nacional tendrá controlado al Covid y la situación económica se encontrará bastante estabilizada, de modo que no hay motivo de preocupación.

Las Paso comenzaron a ser un dolor de cabeza para todos los partidos políticos desde mediados de 2019, cuando el entonces presidente Mauricio Macri sufrió una paliza en las urnas del 11 de agosto. Ese revés contundente lo llevó, al día siguiente de la elección, a encabezar una irracional conferencia de prensa que puso al país patas para arriba y al dólar en las nubes.

Toda la política siguió con atención lo pasó ese 12 de agosto  y las consecuencias que eso trajo. Y el que se quema con leche ve una vaca y llora. Por esa sencillísima razón, no son pocos los que piensan que esa pulseada electoral, además de costosa, puede generar serios perjuicios desde lo político.

La gestión de Alberto Fernández no está en su mejor momento, por lo que muchos miembros de su entorno consideran que esto puede ser muy perjudicial a las chances del Frente de Todos en las primarias.

Cristina piensa distinto porque imagina que en el invierno el escenario político económico de la Argentina será diferente al actual. Ella estima que la presencia masiva de las vacunas controlará el virus, de modo que no habrá sobresaltos.

También pronostica una situación económica más tranquila que la actual y con las principales variables conflictivas en calma.

Eso la lleva a imaginar un claro triunfo del oficialismo en las urnas de agosto.

Por la suspensión de las Paso se pronunciaron varios gobernadores justicialistas, que se encolumnaron con el presidente. Córdoba está en esa grilla de provincias.

Gobernadores pidieron la suspensión de las PASO

Convencer

Ahora viene un interesante y tal vez prolongado período de negociación entre el jefe de Estado y su vicepresidenta para resolver esta situación. Ahora viene un nuevo capítulo de la novela: Alberto debe convencer a Cristina, bromean cerca de los gobernadores peronistas.

Obvio que no tienen demasiado tiempo porque el año próximo comenzará a correr el calendario electoral y no se pueden dejar caer los plazos.

Muchos de los gobernadores se expresaron a favor de la suspensión en un asado compartido con Alberto Fernández el viernes pasado, cuando se firmó el nuevo pacto fiscal.

Alberto habló de que avanzaría con el proyecto si hay consenso, incluso con los gobernadores de la oposición. De todos modos, se sabe que él adhiere a esta iniciativa, es más, es el verdadero gestor, según fuentes justicialistas.

Juan Schiaretti no asistió a la ceremonia de firma del pacto fiscal por pedido de sus médicos, según expresaron desde su entorno. Tampoco siguió la ceremonia por zoom y envió al vice, Manuel Calvo, en su representación.

A algunos funcionarios de la Casa Rosada no les gustó demasiado la situación. “Siempre pasa lo mismo, a la hora de los bifes el ‘Gringo’ se desmarca”, se quejó un colaborador directo del mandatario nacional. La relación del gobernador con el Ejecutivo Nacional nunca será sencilla, incluso en el caso en el que estén en un todo de acuerdo. Esa es una foto que seguramente perdurará en el tiempo.