Antonio Domingo Navarro, teniente coronel del Ejército Argentino, asumió como Jefe de Policía el 13 de junio de 1973. El 27 de febrero de 1974 llevó adelante un inédito golpe de Estado policial contra un gobierno elegido democráticamente.

La historiadora Alicia Servetto en “El Navarrazo, un golpe a la Córdoba combativa”, nos recuerda: “El Jefe de Policía encarceló (ilegalmente, N. del A.) durante dos días a las máximas autoridades provinciales y a varios funcionarios más del Poder Ejecutivo imponiendo un virtual estado de sitio: persecuciones y detenciones a dirigentes políticos, sindicales y estudiantiles, con la argumentación que debían controlar ´las fuerzas enroladas en la extrema izquierda´. Alrededor de 86 personas fueron detenidas, pero los más buscados, Agustín Tosco y René Salamanca, lograron eludir la persecución. Fueron allanados domicilios particulares y estallaron artefactos explosivos en los domicilios de algunos detenidos y en varios locales sindicales, como el del SMATA.”

Foto: Revista Panorama 07/03/1974
Foto: Revista Panorama 07/03/1974

Actualmente la imagen de teniente coronel retirado Antonio Domingo Navarro se encuentra en el número de orden 82°, en la Galería de Ex Jefes de la Policía de la Provincia de Córdoba, ubicada en el tercer piso del Edificio Central de Policía; una sala de honor dedicada al recuerdo de los —hasta ahora— hombres que condujeron la institución policial cordobesa.

Es absolutamente inexplicable cómo la imagen de un ex Jefe de Policía que agravió a todo el pueblo cordobés, protagonizando un golpe de Estado contra un gobierno elegido en las urnas, la Policía de Córdoba aun le siga rindiendo culto, cuándo ninguna institución democrática de la Provincia de Córdoba lo recuerda.

Salvo que se trate de un conveniente descuido, no se encuentra razón ni motivo alguno de la permanencia de ese cuadro que ofende profundamente a la Democracia cordobesa. No queremos pensar que se trate de la veneración al ideal de jefe policial que doblegó a esos “civiles” y al poder político, que tanto han molestado históricamente a la Policía de Córdoba.

Sería muy oportuno que en ocasión de los actos en conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, el último del contador Juan Schiaretti como Gobernador de la Provincia de Córdoba, dicho cuadro sea retirado y reemplazado por palabras que recuerden lo que ningún cordobés debería olvidar: que la Policía de la Provincia de Córdoba deben estar absolutamente sometidas a las leyes y la Constitución, y subordinadas al gobierno elegido por el pueblo. Con respecto a la imagen de Navarro, la misma se debería remitir al Archivo Provincial de la Memoria, a los fines de su conveniente disposición museológica e histórica.

En marzo de 1974, el gobernador Ricardo Obregón Cano decía para la posteridad: “Lo peor que le puede ocurrir al país, es que el episodio —el Navarrazo— quede sin su condigno castigo. Entonces, el principio de autoridad, base en la que reposa la vigencia del orden jurídico, habrá entrado en crisis, augurando horas sombrías para el país.”