Tanto la política como la economía anticipan una primavera atípica y convulsionada. La persecución contra Cristina está llegando a límites irracionales donde ni a Jueces ni a Fiscales les importa el Derecho. Actúan como perros hambrientos cuyo único propósito es dañar a la presa. Buscan desesperadamente y sin argumentos jurídicos, inhabilitarla electoralmente para que no pueda presentarse en futuras elecciones. Todos sabemos que estas proscripciones al final crean héroes que, de una manera u otra, vuelven al poder. 

La incorporación de Massa al gabinete parece haber desquiciado a los dueños del poder real. No se esperaban una salida por derecha. El macrismo, por ahora, se ha convertido en una bolsa de gatos con recriminaciones recíprocas. En este circo mediático en realidad disputan el liderazgo, pero al final estarán todos juntos tratando de cumplir el mandato que les indicó  Embajador Norteamericano.

En un país donde el Derecho tiene escasa significación, no sorprende que Marc Stanley pida públicamente que no se espere el plazo constitucional y que, ahora mismo, se arme un Gobierno de Coalición, sin representantes del campo popular. A éste señor parece importarle poco la Constitución Nacional. Pero esto no es lo más grave. Lo más preocupante es que aun no hay ningún repudio oficial por parte del Gobierno Nacional. 

En el terreno de la economía siempre hay signos positivos para mostrar, aun en las peores crisis. Pero nunca son suficientes ni alcanzan cuando el problema principal es la inflación y los ingresos familiares que se atrasan día a día. Todos saben, tanto en la oposición como en el oficialismo, que al final los resultados electorales dependen del bolsillo de la gente común. 

El reflujo de candidatos y de gobiernos progresistas en la Región, no son consecuencia del fracaso de las Administraciones de Derecha solamente. La gente vota en contra de cualquier Gobierno que no resuelva sus problemas, independientemente de su signo político o ideológico. No hay una ola progresista  lo que hay es una ola de descontento. En Argentina hay un Gobierno de centro izquierda que corre riesgo de ser desplazado si el descontento se generaliza. 

Lo que más ha descolocado a la Derecha neoliberal es que el nuevo Ministro de Economía sea un hombre de centro Derecha. Sí esto fue mérito de Cristina o no, este analista no lo sabe. Pero es sin dudas sorprendente. Si la economía y la política se estabilizan, nada impedirá la continuidad del Frente de Todos. Esto explica la desesperación del macrismo, de sus socios y también la urgencia del señor Embajador del norte.

Columna de Álvaro Ruiz Moreno: De desesperaciones y urgencias