Alberto y Cristina deberían encontrar un diálogo fluido que les permita retomar el propósito fundacional del Frente de Todos. No basta con que se lleven bien o se comuniquen, sino que es necesario que se re planteen cómo quieren a la Argentina en 2023. La incertidumbre se vuelve intolerable y sólo facilita la tarea desestabilizadora de la Derecha.

La economía crece, baja el desempleo poco a poco, los que exportan están bien, pero hay dos problemas que son graves y se potencian. La inflación es alta y los salarios son bajos. Frente a ésta situación no alcanza con un cambio de Ministro de Economía. Es necesario replantearse los propósito políticos. Si no se generan expectativas y esperanzas, lo que pasará es que la economía se impondrá sobre la política y el Mercado debilitará al Estado. La consecuencia de esto será el aumento de la inequidad social. 

No se puede separar la política de la economía porque deben actuar conjuntamente. La política es importante en el desarrollo del régimen económico. Pero la dirección la tiene que marcar la política siempre, porque al Gobierno y al Estado la política le pertenece. Por eso es tan importante que Alberto, Cristina, Massa  y los Gobernadores no sólo tengan bien diálogo, sino que convoquen a una nueva Unidad de todos los Sectores políticos y sociales afines. Si esto no ocurre pronto la Argentina será ingobernable. 

Sí la llegada de Batakis resulta sólo un cambio ministerial y no en uno que se traduzca en un re lanzamiento del gobierno, nada va a mejorar. Hace falta un cambio de política y posiblemente también una re adecuación de los organigramas del gobierno. Sí no cambia la dirección de la política, de nada servirán los logros económicos. Porque es tarea de la política hacer una justa re distribución de la riqueza, para que los beneficios no queden en las garras de una decena de multimillonarios egoístas.

Alberto tiene que retomar el cumplimiento del acuerdo con el FMI como forma de asegurar estabilidad política. El Fondo siempre pedirá más ajustes y garantiza que habrá dolor, sacrificios y sufrimiento. Habrá que re negociar  condiciones más onerosas para los que más tienen y menos para los pobres. La oposición buscará, como siempre, sólo asegurar y resguardar el bolsillo de los super ricos de la ciudad y del campo. 

El Kirchnerismo trata de influir para que los recursos y las ganancias se distribuyan entre los más necesitados. Cada sector responde a su lógica y a sus propósitos,  pero en el fondo lo que pasa es que la economía busca predominio sobre la política, cuando lo que debería ocurrir es exactamente lo contrario. Ésto pasará sólo sí se re lanza la coalición de gobierno, con renovados propósitos y nueva mística.

Álvaro Ruiz Moreno: disputa entre economía y política