El gobernador Juan Schiaretti sabe perfectamente que, salvo un milagro, Juntos por el Cambio ganará en Córdoba las elecciones de medio término. Conoce también que libra una batalla política importante con el kirchnerismo por el segundo lugar en la provincia, ya que fracasaron los intentos de conformar una lista única.

Si el peronismo provincial –ese que habla del “cordobesismo– pierde, el síndrome del “pato rengo” comenzará a crecer, puesto que iniciará la fase final de su mandato y la ley le impide repetir al frente del Ejecutivo provincial, por haber sido dos veces seguidas gobernador (tres alternadas).

Por eso, aceptó de buena gana la idea de algunos de sus colaboradores y prepara una incursión nacional para convertirse en un eventual presidenciable de una alianza liderada por el justicialismo.

–¿Va en serio o es una estrategia para evitar que se desgrane poco a poco el poder? –fue la pregunta al funcionario.

–Vamos a probar. Es un poco y un poco –contestó el allegado al gobernador.

Qué lo alienta: la predisposición de un grupo de gobernadores de su partido a armar una nueva alternativa de poder dentro del peronismo. Determinados caudillos provinciales se oponen a lo que intuyen una jugada de Sergio Massa para diseñar una estructura que lo lleve a ser candidato presidencial en los comicios de 2023.

En Córdoba, quien comenzó a hablar de esta posibilidad fue el ministro de Agricultura Sergio Busso, quien dijo recibir el respaldo de un grupo de dirigentes del sector agropecuario para que Schiaretti inicie su carrera nacional, que descartó hace dos años.

Otro de los miembros del círculo íntimo del gobernador, Carlos Gutiérrez, también comparte esta idea y considera que hay que comenzar a explorar territorios, más allá de Córdoba.

“¿Si Joe Biden es presidente con 78 años, como no lo voy a poder intentar yo, que en 2023 tendré 73 años?”, bromeó el gobernador ante un grupo de dirigentes peronistas al finalizar un zoom, hace pocos días.

Los peronistas de El Panal también ven con buenos ojos un acercamiento con el sector que lidera Roberto Lavagna.

Lo que está claro es que, si lo intenta, Schiaretti armará una estructura a partir del peronismo, descartando sumarse a una coalición que pudiera propiciar el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Durante una conferencia vía Zoom organizada por la Fundación Mediterránea, Rodríguez Larreta fue consultado sobre si conformaría una alianza con Schiaretti. El dirigente del PRO lo descartó y, poniéndose muy serio, dijo que la política de alianzas en los distritos la deciden esos mismos distritos. Y cortó el tema.

Una encuesta difundida en las últimas horas indica que el cordobés figura tercero en la lista de gobernadores con mejor imagen, detrás del nombrado Larreta y del sanjuanino Sergio Uñac.

El trabajo es de la consultora CB y su titular Cristian Butie dijo que en los últimos 30 días Schiaretti creció 4 puntos y ello se debe a que se diferenció marcadamente del gobierno nacional, en este caso sobre las decisiones acerca de cómo enfrentar la pandemia.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la medición se circunscribe a la provincia de Córdoba, el feudo de Schiaretti.

Este juego puede crecer con el paso del tiempo debido a los vaivenes propios de la política y al posicionamiento de Alberto Fernández, que hoy está muy cuestionado. Sin embargo, las fotos del día son cada vez más cambiantes y si se consolida la llegada de vacunas al país, no habría que extrañar un repunte del jefe de Estado.

Es un juego que en algunos casilleros dice “presidenciable” y en otros “pato rengo”. Como casi siempre, mandan los resultados..