Hay una pregunta que aún sigue circulando en este país incompleto. Nos perfora como una flecha salvaje. Qué es el ser nacional? Existe realmente, en una tierra que se fue forjando por una multiplicidad de corrientes inmigratorias?

La pregunta también se la formuló el notable Juan José Hernández Arregui, incluso le dio forma en un libro que debería ser de lectura obligatoria en las escuelas. La primera respuesta que me surgió al mediodía, navegando entre mis lágrimas luego de la noticia implacable, me remitió a Diego. Si algo o alguien condensa a nuestro ser nacional, con virtudes, defectos y contradicciones, sin ningún tipo de dudas fue Diego Armando Maradona. Nadie resumió en la historia de su vida, que es un poco la de todos, la argentinidad al palo.

Ha muerto una parte del país. Diego se ha llevado un crisol de alegrías eternas que nos emparentan con el goce del fútbol. La irrupción del 10 trasciende a una Copa del Mundo. No hay resultado que pueda expresar a Maradona. Tampoco sus jugadas. Diego es inexpresable. No hay límites a su legado universal. Todo áquel que quiera apropiarse de una parte del mito, chocará contra un iceberg.

El Ser Nacional tiene que ver con la identidad propia de un pueblo. Hernández Arregui decía que “en la base del ser nacional se encuentran las clases sociales (...) el ser nacional manifiesta su diversidad, en la lucha política de una nación". Diego jamás perdió su condición de clase. Aún en los peores momentos de su vida, siempre jugó para Fiorito. Podrán criticar algunos de sus posicionamientos, sus apoyos políticos o ideológicos, pero se murió siendo consecuente con sus convicciones.

Maradona no sólo defendió a la celeste y blanca. Fue nuestra mejor bandera. Hernández Arregui concluyó además que el ser nacional refiere a “una comunidad establecida en un ámbito geográfico y económico, jurídicamente organizada en nación, unida por una misma lengua, un pasado en común, instituciones históricas, creencias y tradiciones también comunes conservadas en la memoria del pueblo". Diego Armando Maradona, ni más ni menos.