Expectativas y agenda económica, según las encuestas

En las últimas semanas, pese al pico de casos de Covid-19 la agenda social se reconcentró más en los temas económicos que en los sanitarios.

Esto queda en claro al revisar las encuestas nacionales más recientes: según la consultora Clivajes, a título individual la posibilidad de un colapso del sistema de salud disputa el primer lugar con la inflación (la diferencia entre 24,37% y 22,48% no es estadísticamente significativa), mientras que la posibilidad de contagiarse de coronavirus apenas bordea el 10% de las respuestas (gráfico arriba). Así, agrupando los problemas por afinidad, las preocupaciones económicas suman 45% y las sanitarias 34%, una brecha de 11 puntos porcentuales que activa la agenda social más allá del Covid-19.

Expectativas y agenda económica, según las encuestas

En el caso de la encuesta nacional más reciente de la consultora Opina, la preeminencia de la agenda económica es aún mayor: desocupación más inflación acumulan 58% de las menciones, vs 10% del coronavirus (gráfico abajo). Así, el Covid-19 se ubica en el mismo orden de magnitud que la posibilidad de contagio en el estudio que vimos arriba, mientras que la inseguridad también lo hace (las diferencias entre el 18,85% que vimos en Clivajes y el 14% de este estudio no resulta estadísticamente significativa).

Expectativas y agenda económica, según las encuestas

En este marco, casi 46% se muestra optimista respecto a una mejora de la economía pos pandemia, según la encuesta más reciente de Ricardo Rouvier & Asociados. Así, el optimismo triplica al pesimismo, aunque un 27,3% se muestra neutro, con una expectativa de estabilidad futura respecto a la situación actual (gráfico abajo).

Expectativas y agenda económica, según las encuestas

El evolutivo del mismo informe arroja que el optimismo se mantiene por encima del 45% desde que comenzó el segundo semestre del año, aunque insinúa una baja en la última medición. En tanto, el pesimismo y la perspectiva estable tienden a crecer en la encuesta más reciente; al mismo tiempo, baja la incertidumbre, como lo evidencia la caída del ns/nc (gráfico abajo).

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Así, el promedio de optimismo económico del segundo semestre ronda el 46%, un guarismo que está en el mismo orden de magnitud del caudal del Frente de Todos hace casi un año: 48,24%.

Sin embargo, es menor el porcentaje de quienes creen que el oficialismo es el sector político más preparado para reactivar la economía luego del coronavirus: 38% (gráfico abajo), esto es, unos 10 puntos porcentuales por debajo de aquel resultado.

Expectativas y agenda económica, según las encuestas

Con todo, el gobierno tiene a su favor que la expectativa económica positiva en el oficialismo según esta variable, aunque insinúa una baja, casi duplica a la de Juntos por el Cambio, que en la serie evolutiva permanece estable en torno al 20%. Por contrapartida, crece el pesimismo, que se expresa en el 33% que en la última medición responde “ninguno” y llega a un pico en el longitudinal histórico.

Expectativas y agenda económica, según las encuestas

Parte de ese pesimismo tiene que ver con la creciente tensión cambiaria de las últimas semanas. Las medidas que oportunamente implementó el Banco Central de la República Argentina (BCRA) comandado por Miguel Pesce no sólo no lograron tranquilizar al dólar “blue”, pequeño en volumen de operaciones pero muy gravitante en la agenda social, sino que tampoco convencieron a la opinión pública: mientras un 36,5% calificó de manera positiva a esas medidas en la última encuesta de Clivajes, el 40% las evaluó negativamente y 23,46% de manera regular (gráfico arriba).

Expectativas y agenda económica, según las encuestas

Ese dato es consistente con la encuesta de Rouvier & Asociados, donde el porcentaje que confía en que el gobierno podrá controlar el dólar coincide casi exactamente con el que opina positivamente de aquellas medidas según Clivajes (36,7% y 36,5%, respectivamente).

En sentido contrario, un 43,5% no cree que el gobierno puede controlar el dólar y casi 20% no sabe o no contesta. Haciéndose eco de este tema, el gobierno nacional decidió esta semana un golpe de timón: empoderó al ministro Martín Guzmán, quien negoció exitosamente el acuerdo de la deuda con los bonistas privados, para que defina la estrategia y comande las acciones respecto al “blue” y las demás alternativas financieras al dólar oficial.

El Fondo Monetario (FMI), que apoyó la estrategia negociadora de Guzmán respecto a la deuda externa, también avaló las medidas del ministro para contener la brecha cambiaria: habrá que esperar un tiempo para ver cómo reaccionan el mercado (y las encuestas) al nuevo enfoque.