El modelo agroexportador no incluye las regiones áridas (la mayoría del territorio argentino). Es un modelo de pampa húmeda. La industrialización inconclusa tampoco. Ligada a los centros urbanos, tampoco se expandió por el territorio nacional. Pero atraen mano de obra, y la buscan en el campesinado de las zonas áridas. Así se fue despoblando el campo del oeste, noroeste y norte de Córdoba. El campo árido se desertificó, que es lo que sucede cuando una familia deja su tierra. Y la tierra, incluso la del campo árido, se concentró aún más, como en la pampa húmeda. El modelo neoliberal ya ni esta mano de obra necesita. Super explota a un sector, cultiva la masa desocupada para mantener bajos los salarios y convoca la mano de obra para reprimir. La cárcel de Cruz del Eje es el monumento a este modelo. Resume el paisaje de gran parte de la juventud de estos pueblos. La changada super explotada en las cosechas, la changada desocupada, la changada convocada a ser policías y guardiacárceles. Son los mismos, crecieron juntos, fueron compañeritos de escuela. Jugaron en la canchita del pueblo. En algún momento algunos tuvieron un uniforme, un sueldo, un arma. Y la convicción de que sus compañeritos ahora son peligrosos. Estos, a su vez, encuentran diversión y fuga en la bebida o en el consumo de drogas de baja calidad y profundizan el estigma que cargan por no haber terminado la escuela, o por haber terminado y no trabajar, o por trabajar y chupar el fin de semana. Pareciera que las chicas están al resguardo, en sus casas. No es así. Desde temprano cargan con los trabajos del hogar, la producción familiar y los hijos e hijas. Muchas de ellas soportan la violencia de sus compañeros frustrados. Pocos incentivos para la autoestima.

Las contradicciones calan hondo en los pueblos. A nadie le gusta que le afanen la garrafa, una cabra o una vaca. La policía no suele dar respuesta a estos problemas. A veces los empeora. La política clientelar tampoco. Mucha gente descree de los mecanismos democráticos para solucionar los conflictos. Pide “mano dura”. Cuando sucede la “mano dura” la aprueban. Las víctimas se indignan, contra la injusticia, pero también contra sus vecinos que la aprueban. La contradicción cala en lo profundo de las familias. Casi todas tienen un pariente o un amigo policía y un pariente o un amigo hostigado por la policía.

En este contexto, la madrugada del 25 de octubre fue baleado por la espalda Joaquín y heridos sus compañeros. En este contexto, sus compañeros indignados, destrozaron el edificio policial.

Hace muchos años el Movimiento Campesino viene enfrentando y buscando salidas a estos dramas, articulando acciones con diversos actores sociales e instituciones. Sin duda nos quedamos cortos. En lo que hemos avanzado nos apoyamos para decir nuevamente que la única salida es la organización popular. Así es como desarrollamos nuestros proyectos productivos, las escuelas campesinas, los espacios de formación y de salud, las escuelas de género, los encuentros de mujeres, la difusión de nuestros desafíos, problemas y logros. Así es como nos salvamos, nos contenemos, nos ayudamos e intentamos sanar los vínculos sociales permanentemente amenazados y muchas veces rotos por la violencia, las noticias falsas, el miedo, la culpabilización de las víctimas y el estigma que cargan los más vulnerables de nuestra sociedad.