Han pasado demasiados años,  sin tener la presencia activa de una C.G.T., que gestione y que logre nuevos derechos y conquistas para la clase trabajadora y para los jubilados tampoco.

Esto obedece a que desde esta histórica Central Obrera se abocaron durante mucho tiempo, a hacer más política partidaria que política sindical.

Esto obedece a que quizás, la dirigencia que ha venido estando al frente de la C.G.T., demostró no estar a altura de las circunstancias y mucho menos, merecer estar ocupando cargos tan importantes desde los cuales se podrían haber mejorado la vida del pueblo trabajador.

Esto obedece a que quizás, es necesario cambiar la forma de elegir sus autoridades, porque la existencia de Triunviratos solo demostró que fracasaron y que se necesita directamente, tener un único conductor y Secretario General de la C.G.T.

Se ha conformado recientemente, un nuevo Triunvirato en el que se mantienen dos dirigentes que ya venían al frente de esta Central Obrera (Daer y Acuña),  y se incorporó al compañero Pablo Moyano.

Pero más allá de los apellidos, lo que se debe resaltar es que hay que exigir desde las bases de todos los sindicatos argentinos, que la C.G.T. avance en la agenda 2022 de las principales problemáticas que requieren soluciones por parte de quienes hoy están al frente.

Podemos citar a algunas de ellas:

1)    Reconversión de planes sociales en trabajo registrado (ninguna Nación del mundo puede avanzar, con más planes sociales que trabajo registrado). Para quienes dicen ser peronistas en política y sindicalismo, se debe luchar por devolverle la dignidad a cada argentina y argentino, exclusivamente a través del trabajo registrado y ajustado al marco legal vigente. El trabajo dignifica y permite garantizarle a la ciudadanía,  acceder a su derecho a la movilidad social ascendente. Crear trabajo genuino para la gente, hace a la justicia social.

2) Alcanzar la eliminación de la aplicación del impuesto a las ganancias a trabajadores y jubilados. No alcanza con la última modificación de la ley de ganancias. Hay que terminar definitivamente con este ajuste y castigo impositivo al bolsillo del trabajador y del jubilado.  No deben pagar nunca más, impuesto a las ganancias.  El tributo debe existir, pero deben pagarlo quienes sí generan  ganancias millonarias.

3) Combatir el trabajo no registrado. Hay un número escandaloso de personas que están fuera del sistema y quienes entre otras cosas, no se les hacen los correspondientes aportes jubilatorios. Hay que articular un plan de inspecciones y de regularización intensivo por parte del Ministerio de Trabajo (con la ayuda de los sindicatos), para aplicar las leyes laborales vigentes a quienes la infringen de norte a sur y de este a oeste.

4) Impulsar la aprobación de una Ley nacional contra la violencia laboral. Argentina adhirió por ley, al Convenio 190 de la O.I.T. (sobre violencia laboral). Asimismo, se requiere la aprobación de una Ley contra la violencia laboral por parte del Congreso Nacional. Muchas trabajadoras y trabajadores se enferman y otros mueren  a causa de la violencia laboral. No se puede esperar más.

5) Recuperar la cláusula gatillo,  en todas las negociaciones paritarias. La cláusula de revisión demostró ser un fracaso absoluto, para garantizar que los salarios no pierdan contra la inflación. Urgentemente se debe recuperar esta importantísima herramienta,  para defender el poder adquisitivo de los activos y pasivos contra una inflación que lejos de bajar, sigue aumentando año tras año.

6) Lograr que ningún trabajador  tenga ingresos por debajo de la canasta básica total. Es inaceptable, que hayan tantas actividades con ingresos por debajo de la canasta básica total  esto implica otra forma de flexibilización laboral,  en donde se acepta por omisión que tengamos una clase trabajadora indigente en un país que debería tener los mejores salarios de la región,  por su inmenso territorio, por  su baja cantidad de habitantes, por sus grandes recursos naturales y posibilidades de creación de nuevas fuentes de trabajo,  entre otras cosas.

Al igual, no se puede permitir, que quienes se han jubilado, tengan ingresos de hambre. No puede haber una sola jubilada o jubilado, con ingresos por debajo de la canasta básica total de pasivo.

7) Acompañar la lucha de todos los Sindicatos argentinos en conflicto. Durante años, fueron muchas las organizaciones sindicales que debieron luchar en soledad, para reclamar y defender el Convenio Colectivo,  los puestos de trabajo,  el salario, la carrera administrativa,  las jubilaciones,  entre otras cosas. El problema de uno, debe volver a ser el problema de todos.

8) Rechazar reformas laborales y previsionales que sean en desmedro de los activos y pasivos. Eso no se logra solo con reuniones,  fotos, declaraciones en medios o en conferencias de prensa. Eso se logra, movilizando las veces que sean necesarias, en todo el territorio nacional.

9) Enfrentar todas las modalidades de flexibilización laboral (especialmente apps extranjeras). Hay actividades como los motodeliverys, taxis, y remises, que ni tienen apoyo y acompañamiento contundente por parte de la C.G.T. Estas aplicaciones extranjeras,  flexibilizan las condiciones laborales de estas actividades nacionales. Quizás sea hora de llevar adelante un plan de luchas nacional, en contra de estas aplicaciones que están destruyendo el trabajo local, constituyendo un claro caso de competencia desleal,  que no se puede seguir consintiendo.

10) Rechazar taxativamente cualquier intento de ajuste sobre el pueblo en general, ante la eventual firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Basta de seguir condenando a la miseria y a padecer hambre a generaciones enteras de compatriotas.

El próximo año será clave, para saber si esta nueva conformación de la C.G.T. está en condiciones de llevar adelante esta agenda, si hay gestión verdaderamente, si se logran nuevos derechos y conquistas, si se hace más política sindical (y menos política partidaria), o si termina siendo más de lo mismo.