Alguna vez, alguien pensó, en crear una Fiscalía Especial que se haga cargo de todas las cuestiones ambientales en la Provincia de Córdoba. Recuerdo, incluso, al ex Fiscal General Alejandro Moyano, adelantando una decisión en ese sentido, que a poco de conocerse, quedó rápidamente archivada.

Que la denominada Causa Madre por las presuntas fumigaciones ilegales en barrio Ituzaingó Anexo haya tenido tanto maltrato desde el primer momento, con un meandro judicial de diecisiete años, es un claro ejemplo de lo poco que le importan los presuntos delitos ambientales a todos los Poderes del Estado Provincial.

Tal vez haya sido el ex fiscal Carlos Matheu uno de los pocos que se atrevió a investigar lo ocurrido en los campos adyacentes a Ituzaingó Anexo, lo que desembocó en un histórico juicio que se llevó adelante en la Cámara Primera del Crimen en el año 2012 y que concluyó con las condenas de 3 años de prisión condicional para el productor Francisco Parra y el aeroaplicador Edgardo Pancello. Durante aquellas audiencias pudimos escuchar a varios investigadores dando cuenta de los efectos nocivos para el ambiente y la salud humana , de agrotóxicos como el Endosulfán, el Clorpirifos y el Glisfosato, entre otros. Aseguraban los estudiosos, que ya en aquel momento, no había dudas sobre el impacto destructivo de estos venenos en quienes los inhalaban, con el inevitable padecimiento de varias enfermedades, algunas de ellas terminales.

Aquel juicio fue una esperanza para hacer cumplir las leyes nacionales, provinciales y las ordenanzas, y poner un poco de orden ante tanto desquicio. Sin embargo, casi todo se diluyó y no cesan las denuncias  desde el Interior Provincial dando cuenta de fumigaciones muy próximas a los pueblos de las zonas de cosechas o de las escuelas rurales donde concurren los hijos de los propios ruralistas.

Por supuesto, la problemática ambiental es mucho amplia y abarca un montón de situaciones no resueltas , como contaminaciones de lagos, ríos y arroyos. Por ello, resulta increíble que esta cuestión resulte periférica a la hora de cuidar nuestra salud , la flora , la fauna y el lugar en el que vivimos. Por ahora, funcionarios, intendentes, legisladores, jueces y fiscales prefieren hacer “la vista gorda”.