De la crisis global que se vive en el mundo seguramente  no saldremos siendo mejores sino  que más bien nos reafirmamos en lo que somos como humanidad. Observamos el renacer del monstruo fascista en Europa y su influjo maligno ya está afectando también a la Argentina. Todas las actitudes y acciones de la oposición solo muestran el deterioro de las conductas cívicas. El macrismo no vuelve para ser mejor, la derecha vuelve para acelerar el proceso de daño y entrega de la Patria al poder económico liberal predominante en occidente.

El avance del neoliberalismo en la Argentina lleva a sus exponentes y candidatos a endurecer sus discursos desde la violencia y la agresividad. Lo hacen así porque sus gritos y sus Medios, logran tapar y esconder los terribles daños estructurales que causaron a la República cuando fueron gobierno hasta hace apenas dos años. Llegan a extremos casi golpistas y esto se profundiza conforme avanza la campaña electoral y todo indica que será mucho mayor durante los próximos tiempos después de las elecciones.

Un giro hacia la ultraderecha. Columna de Álvaro Ruiz Moreno

El pacto social se rompió gravemente cuando en plena pandemia, la oposición culpó al gobierno por las muertes. A partir de allí el Gobierno Nacional entró en una nube de confusión de la cual salió de golpe con el porrazo de las PASO. A partir de allí, en la más fuerte derrota, el Frente de Todos comprendió que a la violencia se le responde con paz, porque la paz es lo que más irrita a los fascistas.

El Gobierno Nacional ha lanzado un conjunto de medidas que no son otra cosa que las promesas que hizo en el 2019 y que lo llevaron a ganar aquellas elecciones. Es muy probable que no llegue a tiempo con los resultados esperados para tratar de revertir los comicios de noviembre, pero si lo dejara bien posicionado para la difícil batalla que le espera en los siguientes dos años, que serán durísimos sobre todo por las presiones del FMI y la deuda moral y económica que dejó Juntos por el Cambio.

El poder se ejerce con decisiones fuertes y sostenidas en el tiempo. Fernández deberá comunicar, explicar, tomar medidas poderosas y sobre todo aguantar las reacciones de la derecha apoyándose en la movilización popular. No hay otro camino porque el neo fascismo avanza en el mundo y también en la Argentina y si algo aprendió la humanidad es que con los nazis no se dialoga. 

Tardíamente se han dispuesto muchas buenas medidas. Antes no se pudo por la pandemia y ahora hay que esperar que esas disposiciones germinen. Plan de viviendas, obras públicas, control de precios, conversión de planes en empleos genuinos, desarrollo y reactivación de la Industria y el Turismo, aumentos de salarios y jubilaciones, promociones  en general, etc. en definitiva, más y mejores derechos para todos y todas. No será posible comprender el proceso que se avecina en la Argentina sin comprender lo que pasa en el mundo con el renacimiento de este nuevo fascismo que ha cooptado a las Derechas ya en muchos países.