Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

Si bien Javier Milei resultó electo en ballotage por más del 55% de los votos, gran parte de ese caudal es “prestado”: La Libertad Avanza (LLA) sólo rondó el 30% de los sufragios en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de agosto (PASO) y en la primera vuelta de octubre. Como revela la última encuesta nacional de D´Alessio/IROL & Beresztein, el voto a LLA en segunda vuelta se compone así: 1) rechazo al kirchnerismo 2) apoyo del PRO (Mauricio Macri + Patricia Bullrich). Recién en tercer término aparece una adhesión ideológica a Milei (gráfico arriba).

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

Según la última medición nacional de Consultora Delfos, la expectativa positiva en que Milei mejore la economía durante su mandato se ubica más cerca del 40% que de una mayoría estadística del 50%+1, mientras que el pesimismo está en el mismo orden de magnitud del caudal obtenido por Unión por la Patria (UP) en octubre: 37%. Asimismo, un 20% de los
electores no tiene una posición definida al respecto (gráfico arriba).

Si pasamos de la expectativa general a la expectativa en materia de reducción de inflación, según D´Alessio/IROL una primera minoría del 43% espera que pueda reducirla en un plazo mayor a un año, mientras que una segunda minoría de 35% es pesimista al respecto (gráfico abajo). Ese guarismo también se ubica en el mismo orden de magnitud del voto obtenido por
UP en primera vuelta (casi 37%).

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

Si hacemos zoom en la expectativa en esa materia en un distrito testigo como Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que votó a Milei en forma mayoritaria (más del 57% en el ballotage), una primera minoría de 41% cree que la inflación bajará en 2024 mientras que 35% espera que se mantenga, según la última encuesta realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano/COPUB (gráfico abajo). El riesgo latente es el contraste entre esas expectativas y la realidad: el nuevo presidente adelantó un escenario de mayor inflación para los próximos meses, lo cual podría generar una temprana desilusión.

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

Si hacemos zoom en las expectativas de los votantes jóvenes (segmento etario que también acompañó de manera masiva a Milei en el ballotage), vemos que una primera minoría de casi 34% espera mejoras después de un año, casi un cuarto cree que habrá mejoras en un plazo de dos años y un 20% muy optimista confía en que se verán muy pronto, según la última encuesta realizada en ese grupo por la consultora Reale-Dalla Torre (gráfico abajo).

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

Al indagar en las expectativas económicas de esos votantes, una mayoría del 60% es optimista contra un 37% de pesimismo, según el mismo estudio de RDT (gráfico abajo). Aquí también hay riesgos latentes, dado que Milei anticipó un escenario de estanflación para 2024, lo que en rigor no termina de sincerar la situación: si la actividad cae, la economía entraría en depreflación, es decir, baja del producto interno bruto (PIB) en coexistencia con una suba de precios sostenida. Eso podría generar desencanto y erosionar el período de gracia con el que suele contar una nueva gestión de gobierno.

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

En este marco, el primer monitoreo de conversación en redes sociales realizado por la consultora Ad Hoc luego de los primeros anuncios económicos del ministro de Economía Luis Caputo son desalentadores y contradicen su afirmación de que “la gente recibió estos anuncios muy contenta” y entiende el contexto de las medidas: en sentido contrario, el sentimiento en
la conversación digital resultó negativo en 49%, vs apenas 30% de positividad (guarismo que coincide con el núcleo duro del voto a Milei) y 21% de indefinidos. Asimismo, la principal emoción que surgió del relevamiento fue el miedo (gráfico abajo).

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas

Consistente con eso, en el top 3 de temas se destacaron la quita de subsidios, la suba del dólar oficial y el potencial aumento del transporte público (gráfico abajo). Todos son issues con una carga desfavorable, que instalan el riesgo concreto de una “luna de miel” muy corta para un gobierno que podría quedar rápidamente asociado al concepto negativo de ajuste.

Un panorama de alto riesgo en materia de expectativas