Nadie les sirve la comida, lo hacen ellos y juntan los platos luego del almuerzo. Toman lecciones de inglés en el predio de Ezeiza, ordenan los vestuarios para dejarlos como los recibieron, concurren a talleres de comunicación y uso de redes sociales, miden sus festejos en público y saludan a los rivales.

Deben limpiarse los botines sin auxilio del utilero. Leen libros en los tiempos muertos en un aeropuerto y hacen los deberes en el complejo de la AFA.

Así están funcionando las divisiones juveniles de los Seleccionados Nacionales de nuestro Fútbol.

El título no es la medida, lo relevante es la evolución del futbolista y de la persona. Ellos tienen entre 13 y 19 años, esa edad que marca para siempre.

La conducta obsesiona a la dirección de los seleccionados juveniles de la AFA. No pueden tirar en cualquier lado la ropa después de la práctica. Deben dejar las prendas del lado de la cara para asegurar un mejor lavado mecánico. Camiseta adentro del pantalón y medias arriba en cada entrenamiento. No tienen que ingresar con los botines en el vestuario.

Ganar no es lo único, hay que ser educados y respetuosos. Cultivar valores en los chicos es muy importante en esta etapa. No sé si influye en el juego, pero sí en la vida

Pablo Aimar, DT de la Sub 17

En un mundo digitalizado, entre los chicos de la selección circula un video especialmente elaborado por el departamento de selecciones.

Lo conocen todos en el predio como las ‘cinco reglas de oro’ para pertenecer a las selecciones juveniles.

El primer valor es el respeto, al público, a los adversarios, a los árbitros. Luego, como subtítulos, se desarrollan los demás: rebeldía, adaptación, determinación y otro que elimina las excusas, porque no vale refugiarse en el estado de la cancha, el clima o actuación del árbitro.

A los pibes hay que inculcarles el sentido de pertenencia. Decirles que las cosas no sólo las tienen que hacer bien en la cancha, sino también afuera

Fernando Batista, DT de la Sub 20

Para jugar en la selección hay que hacer los deberes y limpiarse los botines