La judoca argentina explicó: "Con un dolor en el alma terrible decidí no luchar. Me puse el pantalón para salir y todo, no me sentía nada bien. Cuando me paré para luchar me maree de vuelta y no tenía sentido porque en 15 días vuelvo a luchar".

"La idea es si llego a recuperarme bien para el Mundial, en 14 o 15 días. No me quedó otra que bajarme, estaba mi psicólogo y mi cuerpo técnico diciéndomelo. Me paré, me maree de vuelta, no me gustó nada, me asusté un poco. Y esta vez tuvimos que tomar una decisión que no me convence del todo, pero a veces hay que cuidarse también ", aseguró la argentina.

Por último, dio detalles de su dolencia: "Una lesión que viene desde hace rato me jugó una mala pasada desde la primera lucha. Hace un mes y medio se habían reagudizado las dolencias, se me adormecen los brazos y me genera una dolencia en la espalda. Es por una lesión cervical, una hernia que tengo desde hace rato. Y el Mundial es el último torneo puntuable para los Juegos".