Privación ilegítima de la libertad, abuso sexual con acceso carnal reiterado, continuado y calificado por el daño en la salud de la víctima y agravado por el uso de estupefacientes.

Tales son los delitos por los que se acusa a Silvio Salustiano Contreras, de 68 años, propietario de un maxikiosco ubicado en Nueva Córdoba.

De prosperar el pedido realizado por la fiscalía de la Cámara 12ª del Crimen de Córdoba, coincidente con el de la querella, el hombre podría ser condenado a una pena de 24 años de prisión.

Hasta el momento son tres las mujeres que se animaron a ser querellantes, aunque no se descarta la existencia de otros casos.

Según los testimonios, Contreras abusaba de sus empleadas luego de inducirlas al consumo de estupefacientes y alcohol.

Sus víctimas eran elegidas cuidadosamente. Se trataba de estudiantes universitarias, llegadas de otras ciudades o pueblos, a quienes ofrecía atender el comercio, ubicado sobre calle Rondeau, en la intersección con calle Obispo Salguero.

Además de proveerles drogas, el acusado las habría atado, dejándolas por horas en el depósito del kiosco.

Para la querella, las opiniones de las denunciantes con consistentes y corroboran los hechos investigados.

Destacan, además, que las víctimas padecen secuelas psicológicas, por lo que debieron someterse a procesos de ayuda profesional.

La defensa del comerciante negó la existencia de abusos. Por el contrario, aseguró que cada relación sexual fue consentida, al tiempo que destacó que las denunciantes son "mayores de edad y con instrucción universitaria".