Agustín Olivares, de 19 años, fue condenado a la pena de 22 años de prisión por el asesinato del joven Federico Agüero, ocurrida en octubre de 2018, en el barrio Vicor, al sudeste de la ciudad de Córdoba. (Ver: Comienza este jueves el juicio por el asesinato de Federico Agüero)

Un jurado popular lo encontró culpable por los delitos de homicidio en ocasión de robo calificado por el uso de arma impropia, y robo calificado en concurso real con resistencia a la autoridad.

La pena final fue determinada por un tribunal técnico y superó en dos años lo que había solicitado por el fiscal Diego Albornoz.

"Era un gran pibe que tenía toda la vida por delante y se la truncaron alevosamente", afirmó el funcionario de Justicia en sus alegatos.

El caso

Al momento de morir Agüero tenía 28 años y realizaba distintas actividades de tinte social. Artista callejero, integrante de murgas, tatuador, era reconocido por el fin altruista de sus acciones.

Fue sorprendido por Olivares y otro joven al descender del colectivo, a pocas cuadras de su casa, en barrio Vicor.

Para despojarlo de un celular antiguo y una suma cercana a 100 pesos, el condenado le aplicó sucesivos golpes en la cabeza con una piedra.