Siete policías quedaron detenidos hoy por su presunta responsabilidad en la muerte de cuatro jóvenes tras una trágica persecución en la ciudad bonaerense de San Miguel del Monte, luego de que la justicia confirmara que uno de los fallecidos tenía un balazo en su cuerpo.

Según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad provincial, dos de los detenidos son el capitán Rubén Alberto García, de 48 años, y el oficial Leonardo Daniel Ecilape, de 26, que participaron de la persecución del Fiat 147 en el que viajaban los adolescentes.

En tanto, los otros efectivos detenidos son el oficial subinspector José Alfredo Domínguez; los oficiales subayudantes Mariano Ibáñez y Cristian Righero; y los oficiales Juan Gutiérrez y Manuel Monreal. Las detenciones se realizaron en el marco de siete órdenes emitidas por el fiscal Roberto Berlingieri, que está a cargo de la causa.

Este jueves a la mañana, la Justicia había confirmado que uno de los cuatro jóvenes muertos el pasado lunes presentaba un disparo en el cuerpo. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, confirmó que por el hecho 12 efectivos fueron separados de la fuerza, entre los que se encuentran los siete imputados en la investigación.

Con respecto a la adolescente de 13 años que sobrevivió a la trágica persecución, el director médico del Hospital El Cruce de Florencio, Gabriel González Villamonte Varela, donde se encuentra internada Rocío, confirmó este jueves que permanecía en la sala de terapia intensiva pediátrica, con ventilación asistida, en “estado gravísimo” y con “riesgo de vida”.

La investigación judicial
El fiscal general de La Plata, Héctor Bogliolo, confirmó este jueves que uno de los jóvenes fallecidos, recibió un disparo, por lo que desde ese momento la situación de los policías involucrados en el caso comenzó a complicarse. “Dadas las circunstancias en las que se produjo el hecho, excede a mi criterio el del homicidio culposo”, expresó el funcionario judicial en declaraciones a Radio La Red.

En los informes internos del episodio ocurrido el lunes pasado no se mencionó que los uniformados hayan realizado disparos y sólo se consignó que iluminaron el Fiat 147 con linternas para verificar la patente. Bogliolo considera que “los chicos no habrían escuchado la voz de alto (emitida por los policías) porque iban contentos y cantando fuerte”. “De ninguna manera la situación ameritaba el uso de armas de fuego”, sentenció el funcionario.