La investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa que tiene detenidos a ocho rugbiers como los responsables del hecho abrió una nueva instancia en la causa gracias a la detección de un nuevo sospechoso involucrado en el homicidio. Se trata de “Pipo” quien fue identificado recientemente en una serie de videos luego de que se produjera el asesinato de la víctima.

“Ya volvimos con Pipo a la casa”, es uno de los mensajes que aparece en un grupo de WhatsApp que pertenece a los acusados. Para la querella, esta persona resulta ser el famoso “rugbier nr. 11", quien aparece en algunas grabaciones en las que aparecen los atacantes.

Según la investigación, es quien viste de negro en la filmación en la que festejan y se abrazan luego de acabar con la vida de Fernando. Además, aparece luego de remera blanca con Blas Cinalli y Lucas Pertossi pidiendo comida en un conocido local de comida rápida.

Desde la defensa de los padres de Fernando, aseguran que este joven debe ser investigado y, como mínimo, dar su testimonio.

Mauro Szeta on Twitter

En este contexto, los abogados defensores de los atacantes intentan sacar de la causa a la fiscal Verónica Zamboni. La acusan de no dejar ejercer el acto de defensa a los acusados y de "plantar" un testigo.

Piden, además, anular las indagatorias y la rueda de reconocimiento que hizo ese testigo.