Este viernes le otorgan la libertad a Fabián Tablado, quien estuvo en prisión 23 años y nueve meses por matar a su novia, Carolina Aló, de 113 puñaladas en 1996.

Tablado fue encarcelado cuando tenía 20 años tras asesinar a Carolina, de 17.

Hasta el momento de su liberación estuvo alojado en la Unidad 21 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) de Campana, en el pabellón 5 de evangelistas.

Por el crimen de Carolina Aló fue condenado en 1998 a 24 años de prisión, pero en 2013 se le sumó una condena a dos años y medio de cárcel por “coacción” tras amenazar de muerte Roxana Villarejos, la docente con la que en 2007 se casó estando preso y con quien tuvo mellizas.

Si bien se le unificó la condena en 26 años y seis meses de prisión que debía agotarse en 2022, los beneficios de la ya derogada “Ley del 2x1” y los cursos que hizo en prisión como "estímulo educativo", hicieron que la pena del femicida se dé por concluida este viernes.

Si bien durante un tiempo trabajó en talleres y hasta cursó la carrera de Derecho estando en prisión, en los últimos meses Tablado no realizó actividades laborales ni educativas.

La pericia psiquiátrica determinó que Tablado presenta sus facultades mentales “normales”, pero también recomendó que por el momento no ejerza la “responsabilidad parental” sobre sus hijas mellizas de 11 años.

Por otra parte, el padre de Carolina, Edgardo Aló, solicitó hoy que la Justicia imponga una medida de restricción perimetral para que el femicida de su hija no pueda acercarse a su grupo familiar.

El crimen de Carolina Aló

Carolina Aló murió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en la localidad de Tigre, lugar donde aun residen los padres del femicida.

Esa noche, tras salir del colegio nocturno al que acudían, Tablado persiguió a Carolina por varios ambientes de esa casa -escaleras, cocina y garaje- y la mató de 113 puñaladas aplicadas con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa Tramontina y un formón de carpintería.

El asesino escapó, le confesó lo sucedido a un amigo y se fue a esconder debajo del puente de la calle Tedín, en Tigre, a unas 20 cuadras del lugar del crimen, donde unas horas más tarde la policía lo detuvo.

En el juicio, querella y fiscalía lo acusaron por homicidio agravado por alevosía para lograr una perpetua y la defensa pretendía que se lo declare "inimputable", pero finalmente, en un fallo dividido, la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro condenó a Tablado a 24 años por homicidio simple.