Una serie de denuncias realizadas por cinco taxistas de diferentes procedencias sembró polémica sobre los procedimientos que se aplican en los controles para ingresar a la provincia de Tucumán.

Los trabajadores afrontan causas penales y multas de hasta 80 mil pesos por ingresar a suelo tucumano con pasajeros locales pero sin los permisos exigidos para la circulación. Además, deben guardar la respectiva cuarentena de 10 días hasta emprender el regreso.

Sin embargo, según testimonios recogidos por América TV Tucumán, los trabajadores habrían ingresado a la ciudad de San Miguel de Tucumán inducidos por el personal apostado en los puestos de frontera.

Es decir, los cinco habrían sido víctimas de una maniobra por parte de las autoridades que les permitieron el paso bajo palabra de que no estaban incumpliendo la regulación. Afirman, además, que fueron despojados de algunos de los permisos en cuestión.

La situación fue revelada por la periodista tucumana Mónica Romero en sus redes sociales.

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Según comentó a este medio, en todos los casos se repitió el procedimiento: los choferes se dirigieron a Tucumán para trasladar a personas que habían quedado varadas en otras provincias y querían regresar a sus casas.

El procedimiento de rigor indica que, por provenir de otras latitudes, todos los transportes son invitados a hacer cuarentena en territorio tucumano o emprender inmediato retorno.

Sin embargo, en los casos denunciados, los taxistas fueron alentados a seguir hasta la estación terminal de San Miguel de Tucumán, bajo confirmación de las autoridades de que un cambio reglamentario así lo permitía.

Pero una vez en esa zona, los coches fueron sorprendidos por operativos en los que se constató que carecían de la documentación requerida. De inmediato fueron sancionados con multas que parten de 40 mil pesos y con el inicio de acciones penales que pueden traerles complicaciones para sus futuros desempeños como choferes.

Además, todos han debido cumplir la cuarentena en esa zona, careciendo por completo de los elementos mínimos para una estadía de varios días.

Fuera de micrófono, deducen que se trata de una maniobra recaudatoria por parte de los efectivos.

Desde Córdoba

Guillermo Navarro cumple ya su quinto día en "el Jardín de la República". Según afirma a Canal 10, fue escoltado por las propias autoridades en el cruce de la frontera.

"Cuando crucé la frontera yo tenía los permisos, pero no tendría que haberme dirigido a la terminal. El pasajero había pedido que lo dejara sobre la ruta 9. Yo no necesitaba hacerlo, pero me dijeron que fuera y volviera. Al llegar allí me secuestraron el auto y me mandaron a hacer cuarenten", describe, desde un hotel dispuesto por el gobierno tucumano.

"Aún no sé hasta cuándo debo quedarme. Aún no me han hecho los hisopados. Hay un COE, pero nadie de allí se ha comunicado. Sólo el ministro de Derechos Humanos nos ha mantenido al tanto. Esto es culpa de la Policía, que nos hizo entrar. Ahora tengo el auto secuestrado, una multa y una causa penal. Yo no he puesto abogado porque no tengo plata y no conozco a nadie", añade.

Hasta el momento Navarro comparte aislamiento con un par bonaerense. Los otros denunciantes, afirman desde Tucumán, abonaron la correspondiente multa y pudieron emprender el regreso.

Palabra oficial

En diálogo con cba24n el comisario general Luis Ibáñez aseguró que los procedimientos realizados se ajustan a las normativas vigentes pues los taxistas ingresaron a la ciudad corriendo riesgos por su propia cuenta.

Además, remarcó que los ingresos a la provincia son estrictos y que quienes ingresen de otra provincia deben cumplir cuarentena.

Por otra parte desestimó que los pasajeros puedan optar por quedarse sobre la ruta nacional 9. "Muchas veces intentan cruzar de a pie, lo cual no está permitido", aseveró.

En ese marco destacó que los regresos de tucumanos varados es coordinado por el propio gobierno provincial, que debe contar con registros precisos.