Para Ernesto Martínez, la cuestión es bastante sencilla, y el caso Vicentín, su intervención y el proyecto para expropiarla, se reduce a "la relación histórica amigo-enemigo de Cristina Fernández con el campo".

Entonces, para la conferencia de prensa de ayer, al presidente Alberto Fernández "lo sentaron" al lado de la senadora Anabel Torres Sagasti "y desarrolló el guión que le armó Cristina Fernández".

Más allá de anticipar su rechazo a la idea de estatizar la firma, el legislador cordobés dijo que el mandatario demuestra también una "endeblez conceptual" y que no alberga expectativas sobre su persona, porque "no tiene decisión propia ni conoce nada de lo que habla" y "es un presidente impuesto".

Anclando su concepción en el año 2008, con la mentada '125', el letrado consideró que la decisión del Poder Ejecutivo se basa en que "todo lo que genera el campo es enemigo de Cristina Fernández, y lo va a atacar".

Remarcó que su espacio, el Frente Cívico, se encuentra "proscripto" en muchos medios cordobeses, y agradeció el espacio cedido en el programa Pensavalle Informa de Radio Universidad.

"Lo de Alberto Fernández es penoso, no tiene autonomía. Hace unos días recibió al empresariado, con los cordobeses Miguel Acevedo, por Aceitera General Deheza, y el señor (Luis) Pagani, de Arcor, y hoy les dice que con un decreto puede hacerse cargo de cualquier empresa", indicó sin trazar comparaciones de situaciones financieras.

Consideró "patética" la idea de que la decisión asegure una soberanía alimentaria, lo cual es "un slogan", y apuntó que "se está retorciendo el concepto de la utilidad pública". 

Durante el diálogo, también reconoció que "puede haber un favorecimiento momentáneo a aquellos que habían acopiado granos" en la firma santafesina, pero que "después todo es pérdida".

A su juicio, con el tiempo "nadie va a poner nada en una empresa que manejaría YPF Agro", y sus previsiones se estiran a remarcar que "el área sembrada se va a reducir y la cantidad de dólares que va a entrar será menos".

Por eso, "la cantidad de productores y gente conocida que va girando su vista hacia Uruguay y Paraguay es mayor".

También remarcó: "En muchos casos de estas empresas lo que se hace es que se desguaza por actividades, se divide en lotes subastando los que demandan interés, y ejecutando instalaciones lo que no tiene solución".

Lamentó "el ataque al capital extranjero", por las asociaciones de Vicentín en la empresa Renova, productora de biodiesel, posiblemente desconociendo posiblemente el escaso impacto, debido a que sólo la sección aceitera de Vicentín se encuentra en concurso de acreedores.