La actitud del espacio Juntos por el Cambio en la noche del domingo fue particular.

Primero, por la forma en la que el presidente Mauricio Macri asumió la derrota en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) sin que se conociera, hasta ese momento, pasadas las 22:00, ningún dato oficial.

Y segundo, por asumir que más allá de que “me duele en el alma” el resultado, los números como definitivos. Para octubre, en las elecciones generales, quedan dos meses y medio por delante.

Casi asumido fuera del Gobierno, se refirió a ‘los mercados’ como “un fenómeno distinto a la política local”.

En ese sentido, dijo que “es responsabilidad de quienes recibieron más apoyo” el hecho de “explicarle al mundo qué van a hacer para no dañar una economía que está empezando a recuperarse”.

Y agregó: “El mercado toma sus posiciones: el viernes se mostró muy a favor de Argentina pensando en que ganábamos... y ahora perdimos, y perdimos por mucho. El mercado tendrá su posición, pero depende de nosotros”.

Macri escogió remarcar, el mismo día del comicio, que “no creo que haya alternativa volviendo al pasado”, y pidió que sea Fernández quien “ayude a que la elección en octubre se desarrolle en un clima positivo para los argentinos”.

El mandatario adujo que la economía argentina tiene “un espacio limitado en su capacidad de maniobra”, y adujo que a su gestión “le costó volver a tener crédito internacional”.

Concluyó remarcando que “la incertidumbre política nos hace daño”.