El kirchnerismo sigue siendo, para la alianza Juntos Por el Cambio, el gran enemigo.

No es una cuestión menor: la oposición al proceso previo al gobierno de Mauricio Macri fue el gran motor para que acceda a la presidencia.

La priorización de un esquema “anti” por sobre propuestas, las cuales después incumplió, fue clave en la campaña de 2015.

Hoy, con Alberto Fernández desvirtuando cada una de las acusaciones y alejándose bastante de la postura en varias temáticas del kirchnerismo, la cuestión le pone freno a ese esquema de críticas.

Sin embargo, Macri insiste, apuntando a que “se dice que los votos en su enorme mayoría son de Cristina Fernández de Kirchner”.

En su exposición en el seminario que organizó este jueves el Grupo Clarín, agregó: “El Frente Para Todos (sic) tiene integrantes con una historia. Y me parece que es importante escuchar su visión (de CFK) del momento actual, y del futuro. Hay algo que desde el silencio, no da tranquilidad... A mí siempre me gustó dar la cara. De hecho muchos dicen que yo practico sincericidio”.

El presidente y candidato a la reelección aduce que "me alegra la moderación de Alberto Fernández", pero "por ahora es el único que habla”.