No es novedad que, en Córdoba, el senador nacional Carlos Caserio se puso al frente de la campaña presidencial de Alberto Fernández. Tuvo a su lado a Natalia de la Sota, hoy legisladora provincial.

Pero el dirigente asegura hoy, en plena pandemia, que "nadie me va a cambiar de idea".

Su jugada significó la división en el Justicialismo cordobés, inocultable en el contexto de un Juan Schiaretti llevando inclusive una "boleta corta" en los comicios para diputados.

"No tengo relación política con Schiaretti", lanzó este viernes Caserio, en diálogo con Crónica Matinal, de Canal 10.

Adujo que "de mi parte no hay inconvenientes con el gobernador", pero se diferenció marcando que "apoyé a este presidente porque no me daba lo mismo cualquier presidente".

Luego agregó: "Tenía la obligación de luchar por un país distinto, y por eso trabajé por este presidente".