Este miércoles se desarrolló la tercera jornada de debate en el Plenario de Comisiones del Senado de la Nación, sobre el proyecto de ley -que ya logró media sanción en Diputados- sobre la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE)

VER: En vivo: continúa el debate por la Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Senado

El lunes expusieron la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra; el ministro de Salud, Ginés González García; y la ministra de la Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta. 

VER: Comenzó el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo

El martes comenzó la ronda de debate con la palabra de especialistas, a favor y en contra de la iniciativa presentada por el Ejecutivo nacional. 

VER: Interrupción Voluntaria del Embarazo: las posturas de los especialistas

Argumentos a favor de la IVE

Por la mañana: Stella Manzano, Sonia Tarragona, Mariana Romero, Analía Messina, Adolfo Rubinstein, Noelia Vera Ruiz-Herrera.

Por la tarde: Cecilia Ousset, Gabriela Luchetti, Ruth Zurbriggen, Yolanda Bertazzo, Daniel Teppaz, Susana Chiarotti. 

Stella Manzano

La médica ginecóloga especialista en medicina legal, del Hospital Zonal de Trelew, sostuvo que “no se pueden salvar las dos vidas, porque un aborto a cualquier edad gestacional es menos peligroso que un parto”. “Es imposible evitar la aparición de las enfermedades que el propio embarazo causa en el tercer trimestre”, señaló.

La doctora subrayó que “ninguna persona debe ser obligada a sacrificar su vida para salvar la de otro”, al tiempo que defendió que el aborto “salva a niñas que fueron embarazadas por violación, al evitar que lleguen al parto. Ellas triplican el riesgo al llegar a un parto”.

“Legalizarlo evita secuelas de por vida de complicaciones del embarazo y parto, y evita sufrimiento psíquico por haber sido forzadas a tener hijos contra su voluntad, sea que se los queden o lo den en adopción”, agregó Manzano, que consideró que “negar abortos por causales es tortura” y hay “muchos profesionales que no respetan la soberanía de niñas”.

Sonia Tarragona

Desde el Ministerio de Salud, la subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica, realizó su exposición centrada en la comparación de los “costos” entre la ilegalidad y la legalización de los abortos. De acuerdo a un estudio, aseguró que “del total de abortos que se realizan fuera del sistema” se estima que “aproximadamente un 75% tiene contacto igual con el sistema de salud”.

“Si bien la práctica se hace fuera del sistema porque es ilegal, el resto de las complicaciones que requieren un aborto terminan siendo atendidas en el sistema de salud, sea para seguimiento, control o terminar un aborto incompleto”, indicó y apuntó que un caso de shock séptico “puede costar casi un millón de pesos, como máximo, y 548 mil pesos como mínimo”, mientras que un aborto incompleto “entre 36 mil y 85 mil pesos por cada caso”.

La funcionaria precisó que “en una estimación de 457.533 abortos”, el sistema de salud tiene un gasto de “51.900 millones de pesos al año”. “Hoy estamos gastando mucho más no hacer los abortos dentro del sistema legal, sino por fuera”, insistió y afirmó que se trata de “entre 2,6 y 10,2 veces más de lo que se gastaría si se decidiera avanzar en la legalización”. “El argumento del costo no debería ser un argumento para oponerse. Es falaz creer que nos va a costar más caro”, finalizó.

Adolfo Rubinstein

Al igual que lo hizo en 2018 cuando era ministro de Salud, Rubinstein defendió la legalización del aborto al expresar que “el existía en 1921 cuando se hizo la reforma del Código Penal, hace casi un siglo. Existía en 2018 cuando el presidente Macri habilitó por primera vez el debate. Y sigue existiendo ahora que el presidente Fernández envió el proyecto de ley al Congreso”.

“El aborto ilegal sigue estando presente en la agenda social de nuestro país como una asignatura pendiente que debe ser de una vez por todas resuelta”, destacó y opinó que el Estado debe aparecer como “garante de un bien público que no se desentienda de las consecuencias sanitarias del aborto clandestino”.

El médico indicó que “las complicaciones del aborto inseguro son una cuestión de salud pública”. “Las estimaciones basadas en estudios bastante rigurosos arrojan aproximadamente 350 mil abortos ilegales por año, es decir, casi un aborto cada dos recién nacidos vivos”, informó y agregó que “si bien han disminuido en los últimos años por las políticas de educación sexual y reproductiva”, las hospitalizaciones por aborto inseguro “siguen rondando las 35 a 40 mil hospitalizaciones por año”.

“Si incluimos a los prestadores privados, estamos estimando aproximadamente 65 mil”, continuó y detalló que “las muertes maternas por aborto ilegal siguen rondando las 20 muertes anuales”, aunque “este número probablemente se mayor, porque no se registran adecuadamente por su condición de clandestinidad”.

Sean “muchas o pocas muertes”, Rubinstein enfatizó que “son todas muertes evitables y una sola importa”. En referencia a los países donde el aborto ya es legal, el exministro habló de una “evidencia contundente” de baja de abortos, mientras que en los países con restricciones “la proporción de abortos inseguros aumenta dramáticamente”.

El aborto “es un problema de salud pública porque produce muertes, morbilidad evitable y serios problemas psicosociales en población joven y sana. Pero también es un problema de equidad, porque solamente afecta a las mujeres y adolescentes, y sus complicaciones afectan fundamentalmente a las mujeres más pobres”, sostuvo.

El dirigente lamentó que en 2018, tanto “verdes” como “celestes” se “comprometieron a bregar por prevención del aborto, promoción de la educación sexual integral, prevención del embarazo adolescente, ampliación de la anticoncepción, cumplimiento de la ILE en las causales tipificadas por el Código Penal en el marco del fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia. Y lamentablemente nada de esto ocurrió”.

“No vivimos en un Estado confesional, vivimos en un Estado laico que debe legislar para todos”, sentenció.

Cecilia Ousset

La obstetra tucumana que intervino en la interrupción del embarazo de Lucía, la nena de 11 años violada por su abuelastro, dijo: "Soy una médica católica, objetora de conciencia que trata de conciliar su religión con la salud (...) nunca vi a una mujer rica morir por un aborto clandestino".

Y continuó: "Vengo de la provincia de Belén, no somos todas Belén, a la cárcel sólo van las pobres". 

La médica hizo una autocrítica sobre su proceder como médica y solicitó que las materias de las facultades de Medicina tengan perspectiva de género: “Ya sé que no tengo perdón, por eso estoy hoy con ustedes. Vengo a traer la voz de las víctimas sobre las que ejercí abuso de poder, a las que expuse ante la policía y juzgué e interrogué”.

Respondió además que "no hay estudios científicos que relacionen aborto con suicidio", por el contrario, "las mujeres luego de abortar manifiestan alivio. Hay mujeres que prefieren morir antes que maternar y por eso se arrojan a abortos clandestinos en malas situaciones sanitarias”, dijo.

Gabriela Lucchetti

Médica, especialista en ginecología de Neuquén señaló que "la objeción de conciencia es nuevo en salud y está ligada siempre a la anticoncepción y al aborto. No es casualidad". Así dijo que "en un ámbito laboral cuando un compañero alega incomodidad un jefe de servicio no lo obligaría".

Por ello consideró que "es simplemente no obstruir la práctica y garantizar que la mujer llegue al proveedor que si lo hará (...) por eso la penalización es para quienes obstruyan". 

Además, se preguntó: "¿Es casualidad que la objeción de conciencia en salud esté siempre ligada a la anticoncepción o al aborto? No. Detrás de esto están las creencias religiosas y el dogma donde subyace un único rol para las mujeres: el reproductivo” y afirmó que "una de cada 5 mujeres va a abortar antes de los 40 años".

La ginecóloga señaló que "en los años 80 se termina de confirmar que el aborto no produce daños en la salud mental de la mujer y que el aborto es más seguro que un parto, les guste o no les guste".

Ruth Zurbriggen

La representante de la Red de Socorristas en Neuquén, que integran 58 organizaciones en el país, celebró lo oportuno del debate que se está dando en el Parlamento y alentó que "hacer esto colectivo nos sostiene y nos impulsa en este reclamo". Contempló, además, que es necesario que la experiencia "no sea vivida en el desamparo, la soledad ni la intemperie cuando el Estado abandona".

En este eje, relató que entre enero y octubre del año en curso unas 13408 personas gestantes se acercaron a los grupos de socorristas para acompañar la práctica abortiva; en tanto que agregó que unas 6000 mil de ellas se declararon como creyentes.

También habló de la importancia de "acompañar y escuchar" a cada una de las mujeres que decide abortar, ya que "cada aborto es un mundo", y concluyó que "no se aborta sin sopesar un cúmulo de circunstancias".

Finalmente, incentivó a las y los senadores a que voten la ley de interrupción voluntaria del embarazo para que "alivie y cuide", una legislación que genere "bienestares y alivios para quienes necesitan y decidan abortar, para los entornos afectivos y para los equipos de salud".

Yolanda Bertazzo

La médica ginecóloga y jefa del Programa de Salud Sexual y Reproductiva en San Luis expresó: “Debo decir que personalmente cuento con el apoyo de las autoridades pero me ha tocado no tenerlo y ha sido muy difícil trabajar. Por eso hoy les pido a las senadores y los senadores, respetuosamente, su voto positivo ya que con ello nos darán el mejor aval para poder seguir garantizando la salud para toda la población”.

Afirmó también que “la interrupción del embarazo es una práctica ancestral que ha existido, existe y existirá por más sanción moral, social o legal que le impongamos, nadie debe obligar a maternar, como tampoco a abortar, solo pedimos tener el derecho a decidir” porque "el cuerpo es el primer territorio habitado por lo tanto es necesario pensarlo en términos de una construcción ciudadana, la autonomía sobre el cuerpo implica empoderarse, conquistar y definir la potestad en tanto personal y privada. Por eso se debe incluir el acceso al aborto de forma segura y gratuita sin obstaculizar ni criminaliza".

"En San Luis hay acceso a las ILE y se ha visto una reducción del 50% en las internaciones por esta causa""y la mayoría de las interrupciones son con medicamentos"

Argumentos en contra de la IVE

Por la mañana: María de Urraza, Pilar Vázquez, María Lourdes González Bernardi, Gabriel Flores Ciani, Angélica Sarmiento, Héctor Barceló.

Por la tarde: María Cecilia Ávila, José Jalil Cosomel, Graciela Moya, José Luis Moussatche, María Angélica Gelli, Nicolás Lafferriere.

María de Urraza

La especialista en tocoginecología del Hospital de Florencio Varela, dijo que el proyecto busca “promover el aborto eugenésico; legitimar lo que ya ocurre en los hospitales, el aborto a libre demanda y sin límite de edad gestacional; ampliar la cobertura del aborto irrestricto a todo el país; aumentar la cantidad de abortos; amedrentar a los médicos que todavía nos oponemos a actuar contra las leyes de la humanidad y en contra de nuestra conciencia; y garantizar el acceso al aborto en clínicas privadas para que las mujeres de mayor poder adquisitivo no tengan que pasar por la situación de internarse en hospitales públicos”.

“En los hospitales de la provincia de Buenos Aires el aborto es libre, es decir, accesible. Cualquier mujer que quiera hacerse un aborto, se acerca a un centro de salud, firma una declaración jurada con alguna causal y aborta. Es gratuito porque se hace en hospitales públicos. Y es seguro, según el Ministerio de Salud, que directamente no se interesa en contabilizar las complicaciones existentes en los hospitales”, continuó, al tiempo que denunció que “en pandemia se guardaron camas para abortos”.

La médica aseveró que “con esta ley los médicos no podemos de ninguna manera tratar de disuadir a las pacientes de lo que por lo mínimo representa un suicidio emocional”. “Los médicos argentinos estamos en el ranking de los peores pagos del mundo, sin vacaciones, sin aumento. Tuvimos que enfrentar la pandemia, poniendo el cuerpo, vimos a colegas morir. ¿Y que en este contexto nos digan que es importante la ley del aborto? Es vergonzoso”, expresó.

María González Bernardi

Al relatar su experiencia desde Uruguay, donde el aborto está legalizado desde 2012, la médica ginecóloga-obstetra del Hospital Público de Montevideo, aseveró que “la legalización no ha modificado la mortalidad materna en Uruguay, porque ya venía descendiendo drásticamente”. Asimismo, resaltó que “no disminuye su práctica” y reveló que luego de su legalización “estábamos en una cifra de 7.000, y terminado el año anterior, en 2019, tenemos una cifra de 10.300 abortos. Es decir, el aumento ha sido notorio”.

La doctora manifestó que en el país vecino “el acceso a métodos anticonceptivos es universal e irrestricto, por lo que el aborto debería ser cero”. “La legalización no eliminó la clandestinidad”, añadió, al sostener que “mujeres por fuera del plazo legal terminan en la clandestinidad” y “existe todavía un mercado negro de misoprostol”. Por otra parte, González Bernardi dijo que “no se respeta el derecho de objeción de conciencia, especialmente de los médicos ginecólogos” y se los “discrimina” en las instituciones.

Gabriel Flores Ciani

También en contra, el médico especialista en neurociencia y pastor evangélico, explicó que “inmediatamente cuando el cigoto se forma envía señales al cerebro de la mujer” y “las neuronas registran que hay una nueva vida”. En ese sentido, señaló que la mujer “va a llevar por toda su vida la sensación, el recuerdo de que existió esa vida por nacer en su vientre”.

“La mente humana de la mamá, el sistema biológico y la genetica esta preparada para ser una persona gestante”, siguió y remarcó que “no hay una diferencia desde la neurociencia de un aborto legal o ilegal. Las consecuencias a nivel psicológico y de estructuración de la psquis de la mujer se van a ver dañadas de la misma manera”.

Además, argumentó que “el neurodesarrollo de un niño o de una púber, el cerebro, no está preparado para tomar una decisión de la magnitud de abortar. Es empujada por el entorno, esto es clarísimo”.

María Cecilia Ávila

La médica especialista en ginecología y obstetricia, de Catamarca, dijo que "es normal que las mujeres manifiesten algún malestar en el embarazo (...) jamás se me enseñó que ante cualquier malestar se ofrezca a la madre matar al bebé" y amplió: "Cada vez q se produce un embarazo no deseado la mayoría es por el no uso de anticonceptivos".

En oposición al proyecto de ley, manifestó: "No nos obliguen a asesinar a los bebés por nacer (...) con este proyecto de ley se naturaliza el asesinato de un bebé, y nos convierten a los médicos en sicarios".

Así, consideró: "Pienso que se tiene que hacer mucho, muchísimo hincapié en la prevención, en la educación, en empoderar sí a las mujeres pero en el uso de métodos anticonceptivos. Y también a los hombres, porque un embarazo surge de la unión de dos personas". 

Graciela Moya

La médica genetista manifestó no entender por qué el aborto es un tema de salud pública y indicó: "Las muertes por aborto es la causa 72 de defunción de mujeres (...)no es una cuestión de salud pública".

La polémica surgió cuando le pidieron respeto cuando  la expositora Moya dijo: "La historia ha demostrado tristemente que aquellos que tienen el poder pueden decidir cómo se legisla sobre la vida de los otros" y comparó el aborto el "programa de exterminio de  personas con discapacidad en la Alemania nazi".

"No se lo voy a permitir. Me afecta personalmente. Usted está planteando que quienes estamos a favor de una posición se asimila a eso. Soy judía", dijo Beatriz Mirkin mientras que la senadora Silvia Sapag sumó que "no se puede dirigir como en una mesa de café o en su casa. Está en el Congreso".

María Angélica Gelli

La abogada y especialista en sociología jurídica consideró que el proyecto de la IVE "rige el individualismo y la exacerbación de la autonomía" y que "incorpora un derecho subjetivo a abortar" Y por milésima vez:"lo que se interrumpe se puede continuar".

Y se preguntó: "¿Por qué dicen "interrupción" ¿si la práctica médica es definitiva? "Es un aborto" argumentó y dijo que "en Estados Unidos hablan de "Prolife" en los medios y aquí nos llaman anti derechos".

Consideró que "el proyecto de ley soslaya los deberes convencionales que establecen los tratados de DDHH". "No hay libertad sin el cumplimiento de esos deberes", afirmó citando la declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre.

Nicolás Lafferriere

El director del Centro de Bioética, Persona y Familia (UCA) habló de “la trágica decisión del aborto” y criticó el proyecto de IVE 

Citando algunos puntos de las leyes uruguaya e italiana, el abogado indicó que el proyecto argentino "no ofrece contención psicológica y social a la madre, ni se preocupa de las presiones que puede recibe la madre para abortar”.

"Este proyecto en discusión se fuerza en eliminar todo vestigio de considerar el aborto como último recurso", señaló.

Fuente: El Parlamentario / Cba24n