El 1 de enero, Jair Bolsonaro asumió como presidente de Brasil con la ausencia de varios mandatarios. Uno de ellos fue su par argentino, quien de vacaciones en Villa La Angostura y pensando en su reelección, no asistió a la ceremonia. El canciller Jorge Faurie fue el encargado de representar oficialmente al país.

A la distancia, Mauricio Macri envió sus saludos por su cuenta oficial de Twitter: “Quiero enviarle mis mejores deseos a Jair Bolsonaro en el día que asume como presidente de Brasil, país amigo y hermano. Confío en que nuestros gobiernos seguirán colaborando para la prosperidad de nuestros pueblos”.

Tras su descanso en familia, el presidente argentino tiene previsto un encuentro con el mandatario brasilero, lo que será la primera reunión bilateral entre ambos países.

Con puntos en común y otros en disonancia, el Macri apuntará el 16 de enero, en Brasilia, a los acuerdos del Mercosur y Unión Europea y la situación que atraviesa Venezuela.

Si bien entre Macri y Donald Trump han existido gestos amistosos hay una marcada distancia en varios temas, lo mismo ocurre con Brasil. Así, Macri mantuvo su posición sobre el acuerdo del Cambio Climático mientras que Bolsonaro canceló la Conferencia del Clima en su país.

Por otra parte, el presidente argentino preservó la relación bilateral con China y rechazó la invasión a Caracas como método político para terminar con el régimen de Nicolás Maduro, quien no fue invitado a la asunción de Bolsonaro.

Diferente es la relación entre Estados Unidos y Brasil. El presidente estadounidense se mostró alineado ideológicamente al exmilitar Bolsonaro. En su cuenta de Twitter había expresado su apoyo: “USA está con usted”.