Este viernes, la gestión de Jair Bolsonaro cumplirá apenas cinco meses y, con la pandemia por coronavirus como condicionante, el desgaste supera ampliamente cualquier límite temporal.

Es que su aparición pública de este martes, cuando Brasil llegó a los 72.000 contagios y 5 mil decesos acumulados, recordó que "aunque mi segundo nombre sea Mesías, no puedo hacer milagros".

Intentó darle un cierre a su desafortunado discurso con un pésame a las familias de las víctimas diciendo que "así es la vida", y continuó su periplo desoyendo recomendaciones. Ya sin su ministro de Salud y quien había sido su ladero político, el extitular de la cartera de Justicia, Sergio Moro, parece seguir adelante con políticas que despedazan el país.

En la jornada de ayer, en el país se informaron 5.017 casos nuevos de coronavirus, y batió el récord diario con 474 víctimas fatales.

Bolsonaro, sin embargo, tragando algo de saliva atinó a decir: “Lo lamento, pero ¿Qué quieren que haga?”.