Este martes, el presidente Alberto Fernández dijo que no va a "dejar pasar la oportunidad" de construir un "país más justo" luego de que pase la pandemia de coronavirus.

Fue durante un acto en La Plata, donde estuvo acompañado por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, e intendentes de la provincia de Buenos Aires.

Fernández dijo que "lo que viene a enseñarnos la pandemia es que vivimos en un país injusto" y añadió que "si somos gente digna no podemos permitir que esa situación de desigualdad se sostenga y profundice".

Luego de Kicillof anunciara la creación de un total de 2.000 nuevas plazas en el Servicio Penitenciario Bonaerense: 650 nuevas, que se suman a las 1350 que informó hace unas semanas, el primer mandatario reavivó la discusión sobre las cárceles y las condiciones de hacinamiento que convierten a los centros penitenciarios en un peligro en medio del brote de coronavirus.

“La pandemia dejo la muestra de la desigualdad en la que vivimos, lo primero que debe enseñarnos es que vivimos en un país injusto y ahora nadie tiene excusa de decir no me di cuenta, porque todos lo vimos", señaló el jefe de Estado, antes de marcar que “el desafío no es mano dura o mano blanda”.

“Encarcelar a todos y no construir cárceles no tiene sentido, es todo marketing”, disparó en referencia al gobierno anterior. “Tener ahora en las cárceles personas en riesgo y que el Estado no reaccione es un acto inhumano. Y nosotros abrazamos la política porque la humanidad es lo que nos importa”.

Una gran parte del discurso del Presidente estuvo enfocada en la desigualdad que se observa en la Argentina: “Decimos vivir en un país federal, pero en los hechos actúa como unitario; con un Estado que acumula y distribuye con cierta discrecionalidad y gobiernos provinciales que toman y distribuyen con discrecionalidad. Lo que necesitamos es un sistema que distribuya a cada uno lo que corresponda".

“Lo que nos pasa con el coronavirus, que queda concentrado en el AMBA, demuestra cuál es el efecto real del hacinamiento y sus consecuencias; cómo podemos ver semejante diferencia tan cercana y no reaccionar”, reflexionó antes de reclamar que algún día habrá que sentarse a discutir “cómo hacemos para que la Argentina deje de ser un país riquísimo en el centro y pobrísimo en el norte y en el sur; cómo hacemos para que los que están en el norte encuentren la posibilidad de vivir, disfrutar y morir en el mismo lugar donde nacieron. Ese es el desafío que la pandemia nos exige”.

“Si somos gente digna, no podemos permitir que esa situación de desigualdad se profundice. Pero no va a haber magia del mercado que lo haga, lo tenemos que hacer nosotros”, destacó Alberto Fernández antes de cerrar con una frase con tono de promesa. “Tenemos una suerte: en medio de tanto dolor y entre tanta pena, tenemos la suerte de que ese país más justo nos tocó construirlo a nosotros. Y yo no voy a dejar pasar la oportunidad”.