No es una cuestión puntual ni tampoco una actitud de la cual se arrepienta. A Miguel Ángel Pichetto no le incomoda ser racista y xenófobo.

Ocupando cargos públicos de 1985 a la fecha, quien fuera candidato a vicepresidente de Mauricio Macri actualmente se desempeña como Auditor General de la Nación, tras la aprobación de la Cámara de Diputados.

La última de sus apariciones públicas fue con una entrevista al portal Cenital, sentenció que "(...) no pueden entrar inmigrantes que son delincuentes, que tienen antecedentes penales".

Y prosiguió: "Cuando vengan, la Dirección de Migraciones debería decidir: "Mire, va a haber trabajo en la minería en el sur, en el oro. Vamos a explotar el oro, vamos a explotar Navidad en Chubut, la mina más grande de plata en el mundo. Va a haber trabajo en la minería así que usted tiene que ir allá. ¿Cuál es su especialidad? Usted viene de Bolivia, sabe de minería porque son mineros, bueno al sur, a Chubut, al petróleo'".

Fue el dirigente social boliviano en Argentina Iber Mamani, quien encabezó una presentación ante el Instituto Nacional Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi).

"El racismo es como el cáncer si lo dejamos avanzar termina matando, debemos rechazar cualquier tipo de discurso que genere odio, prejuicio y estereotipos que daña a un individuo o colectivo”, remarcó.

Junto a otro grupo de ciudadanos bolivianos, consideraron un "odiador serial" al dirigente.

Ya en 2016 el cónsul del país en Argentina, Ramiro Tapia, le había apuntado después de que Pichetto señalara que "los hospitales están llenos de bolivianos".