El deterioro del sistema científico argentino, sometido por el gobierno nacional a un ajuste presupuestario, suma este jueves un nuevo hito con la renuncia al directorio del Conicet de la prestigiosa historiadora Dora Barrancos.

Designada para un primer mandato por el área de Ciencias Sociales y Humanidades durante el período 2010-2014 y habiéndolo renovado por otro cuatrienio, Barrancos, quien ha criticado fuertemente la política de ajuste en el sector que lleva adelante el gobierno de Cambiemos, sostuvo que su renuncia es “un asunto de orden moral”.

A fines de mayo del año pasado, las elecciones en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas habían consagrado a los candidatos de la oposición: el sociólogo Mario Pecheny, por el área que ahora deja Barrancos, y el biólogo Alberto Kornblihtt, por la de Ciencias Biológicas y de la Salud.

Las designaciones de Pecheny y Kornblihtt nunca fueron oficializadas por el presidente Mauricio Macri, a quien le corresponde hacerlo, siendo el organismo un ente autárquico dependiente de la Secretaría de Ciencia y Tecnología.

"Esto no da para más. Ya pasó un año de las últimas elecciones y siguen sin confirmarse las designaciones. A este Gobierno no le importan las reglas democráticas ni el republicanismo que pregona", expresó en las últimas horas.

El caso conocido en los últimos días de la bióloga Marina Simián, que financiará los proyectos de su laboratorio que busca terapias para el cáncer a través de la nanotecnología, también tuvo su impacto, en contra de las políticas de la gestión actual en cuanto a la ciencia.