Su discurso, catedrático y por momentos paternal, es ampliamente valorado. Y en la noche del jueves, cuando anunció el inicio del aislamiento obligatorio, no fue la excepción.

Alberto Fernández logró un objetivo comunicacional.

Este viernes, ya en tiempos en que la normativa está vigente, le envió "a cada uno y cada una mi abrazo a la distancia".

Vía redes sociales, el presidente señaló, agregando una postal de la Plaza de Mayo desierta: "Gracias a todos y a todas por haber comprendido y por permanecer en sus casas. Si estamos unidos y cumplimos las disposiciones, esto pasará pronto".