El cambio de Gobierno a nivel nacional, y las fichas que comienzan a moverse, van generando un dominó político, que demanda la necesidad de acomodar el panorama a partir del 10 de diciembre.

En Córdoba, parece un camino inevitable que Carlos Caserio asuma como ministro de Transporte de la Nación, en el Gabinete de Alberto Fernández. Quien comandara el Justicialismo en Córdoba hasta hace escasas semanas dejaría, en tal sentido, su banca en la Cámara de Senadores, donde inclusive es titular del bloque del PJ.

Por eso para cubrir la vacante hay que recurrir a la elección de 2015, cuando el dirigente fue electo en los comicios cordobeses para la renovación de los tres lugares del territorio en la Cámara Alta.

Su acompañante de aquella campaña, en la que Unión Por Córdoba terminó segundo de Cambiemos (asumieron Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado), fue Amelia López.

Actual defensora de los Niños, Niñas y Adolescentes en la gestión de la Provincia, fue diputada y ministra de Educación de José Manuel de la Sota. Hacia allí apunta, a priori, el cambio.

Sin embargo, puede haber una salida alternativa, y que sea Juan Grosso, que hoy es vocal del directorio de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), quien se siente en la banca. La opción, que requiere consulta al gobernador Schiaretti e intervención de la Justicia Electoral de la Nación, es hacer uso de la opción de la Ley de Paridad de Género, por lo que un varón debería ser reemplazado por otro varón.

Los senderos siguen abiertos, con el condicionante de que las particularidades del Senado requieren una alta ingeniería. En ese camino pareció ir el mensaje que, vía redes sociales, envió Caserio, después de confirmarse la "unidad" justicialista en la Cámara Alta, y la posibilidad del quórum propio en el oficialismo.

Schiaretti, que optó por la "imparcialidad" en el comicio presidencial, toma nota y decide.