Que el gobierno nacional continúe driblando para esquivar definir como Golpe de Estado la obligada renuncia de Evo Morales como presidente de Bolivia no es una cuestión menor en nuestro país.

Por eso es que este jueves el justicialismo logró hacer mover el Congreso, ampliamente paralizado durante este año electoral.

El texto que ingresó a la Cámara Alta, donde el cordobés Carlos Caserio encabeza el bloque del PJ, sentencian que el Gobierno de Evo Morales "no solo puede alegar su legalidad de origen, probada en varias elecciones, sino que su legitimidad es indiscutida", y que su deposición fue “ejecutada por bandas facciosas, amparado por la policía y con la "defección de sus fuerzas armadas".

Tras varias horas de debate y exposiciones, finalmente se aprobó el texto presentado por el PJ. Pero es necesario aclarar que, si bien hubo quórum para que comience el debate, a la hora de votar los bloques del PRO y de la UCR mostraron su disconformidad.

Este encontronazo se debió a la negativa por parte del justicialismo para realizar un texto que combine los documentos presentados. El interbloque de Cambiemos había hecho público un proyecto de resolución en el que diferenciaba su postura de la Casa Rosada y pretendía que se armara un nuevo documento.

Sin embargo, desde el PJ - Frente de Todos no tomaron esta propuesta y la votación fue solo por el documento redactado por ese frente durante el martes. Este indica que en Bolivia hubo un “golpe de Estado” y reclama “el restablecimiento del orden constitucional”.

Al momento de votar en el Senado, el Pro votó en contra y la UCR se abstuvo. En Diputados, el oficialismo decidió abstenerse.