La provincia de La Rioja fue escenario este sábado de la beatificación de cuatro "mártires" de la Iglesia, con un acto conmemorativo de carácter fuertemente sensible.

Del mismo participó el gobernador Juan Schiaretti, valorando la tarea de monseñor Enrique Angelelli, nacido en Córdoba en 1923, y reafirmando que, como lo expresa el Vaticano, su muerte fue un "martirio en odio de la fe".

El mandatario dijo sentir "una gran emoción" por ser parte de la ceremonia, aduciendo que "fueron asesinados por la dictadura genocida”.

La beatificación de otro sacerdote cordobés, Carlos de Dios Murias, también se produjo este sábado en tierras riojanas, además del cura Gabriel Longueville y el laico Wenceslao Pedernera.