Los primeros días en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) le demandaron sorpresas varias a la flamante interventora, designada por el gobierno nacional, Cristina Caamaño. La primera certeza fue que de los 1405 personas con los que cuenta, la mitad fue designada por Gustavo Arribas.

En su mayoría, los agentes que sumó la gestión anterior ingresaron a planta permanente. Y con el dato más fino la cuestión se enturbia un poco más: alrededor de 580 fueron nombrados en cercanías a las elecciones primarias.

Empleados que trabajaron una hora y media por día de promedio o la certeza de la dedicación casi exclusiva de policías federales y bonaerenses designados en la AFI para plantar pruebas contra exfuncionarios y opositores fueron otras de las cuestiones que Caamaño expuso al presidente Alberto Fernández.

En ese contexto de revisión, se planteó como plazo para la toma de decisiones de este tipo, el próximo 15 de enero.