Las sospechas de que la discusión no deja de ser política van incrementando. La referencia son las disímiles visiones entre el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Nación, para resolver la "falta de conectividad" de 6.500 niños, adolescentes y jóvenes que residen en tierras porteñas.

Es que, en una reunión entre ministros de Educación de todos los distritos con el ministro del área a nivel país, Nicolás Trotta, la gestión de Horacio Rodríguez Larreta presentó una nueva propuesta para resolver la cuestión, que apunta directamente a igualar las condiciones de acceso en tiempos de pandemia.

La ministra Soledad Acuña desglosó su flamante idea casi en simultáneo a que desde la Nación se le ofreciera computadoras portátiles, reacondicionadas, disponibles para hacerle llegar a cada estudiante postergado. Pero la idea es otra.

Qué propone CABA

La temática surge hace unos meses, cuando el propio Jefe de Gobierno porteño adujo haber "identificado" a quienes no podían seguir el curso normal de dictado de clases remotas en el distrito.

Entonces, propuso abrir gabinetes informáticos en las mismas escuelas. Pero con rapidez la idea fue rechazada y fuertemente cuestionada, por incumplir los requisitos mínimos acordados para el cuidado de la salud de las comunidades educativas.

Ahora se busca ofrecer el dictado de clases en plazas, parques y hasta en calles escasamente transitadas, en cercanías a los colegios. El plan es iniciar el 28 de septiembre y el argumento central es "la necesidad de reforzar el apoyo y acompañamiento presencial a aquellos que no pudieron sostener los procesos de enseñanza-aprendizaje para evitar que pierdan la escolaridad".

La propuesta apunta a un dictado de clases en horario matutino, en grupos reducidos y dos veces por semana. Se ofrecerían talleres de lectura para niños de primer grado y la utilización de "el mobiliario de la escuela en la calle" para los estudiantes de los últimos años del colegio secundario.