Que después de más de cuatro décadas los Fiat G-222 y los  Twin Otter permanezcan abandonados y resguardo de la Fuerza Aérea no es poco decir. Son aviones que presuntamente muerte realizaron los "vuelos de la muerte", durante la última dictadura cívico-militar a arrojar a la inmensidad del mar a cientos de detenidos ilegales, que terminaron como "desaparecidos".

El Tribunal Oral Federal 2 de San Martín tiene a su cargo el juicio contra cinco militares retirados por llevarlos adelante desde Campo de Mayo, y días atrás se realizó una inspección ocular.

El portal alternativo La Retaguardia realiza una cobertura detallada.

Los descubrimientos no fueron pocos. El silencio recorrió el cuerpo de  todos los participantes cuando el coronel Luis Bennardi, que ofició de guía en los amplios terrenos, remarcó:  "Este avión podía abrir sus puertas en vuelo y tenía capacidad para 36 paracaidistas".

Señalaba un Fiat abandonado en medio de un pastizal. Sus restos iban camino a subastarse hasta que la Justicia intervino.

Allí estuvieron desde integrantes del Tribunal, querellantes entre los que se encontraron el abogado Pablo Llonto, un representante del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y hasta uno de los acusados.

"Movilizante"

Como parte de la comitiva se vio también el fotógrafo Gustavo Molfino. Militante por los Derechos Humanos, tanto su madre como su hermano y un cuñado fallecieron a manos del proceso genocida que comandó al país entre 1976 y 1983.

En una entrevista con el programa Mirá Quien Habla, de FM 102.3, el protagonista recordó lo "movilizante" de la situación, y narró sensaciones de su tarea.