No es novedosa la particular situación de la firma ERSA (Enrique Romero S.A.), de origen correntino, que cuenta con más de la mitad de los corredores del transporte urbano de la ciudad de Córdoba.

En concurso de acreedores desde el año pasado, la empresa sostiene varios reclamos de parte de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en Córdoba, debido al incumplimiento en el pago de cargas sociales.

De hecho para el miércoles está prevista una nueva audiencia entre las partes, en el Ministerio de Trabajo provincial.

La quita de subsidios de parte del gobierno nacional parece ser el último desencadenante para mostrar flaquezas económicas de ERSA, que ya advirtió que abandona la prestación en la ciudad de Santiago del Estero.

En el servicio urbano de Córdoba, la demora en el pago de obra social dejó a trabajadores sin prestaciones y, ante la falta de respuestas, volvieron las medidas de fuerza.

El lunes, por un lapso de tiempo se cortaron los servicios de las líneas 71 y 73, aunque con posterioridad la Municipalidad convocó a las partes a una reunión de la comisión de garantías, prevista para la tarde del martes.

Allí hubo un compromiso de parte de los empleados de continuar con la prestación del servicio, aunque se sabe que en las bases reina una gran inquietud, ante la reiteración de faltas de parte de ERSA.

Desde el municipio confirmaron “incumplimientos que viene teniendo la empresa” y que se labraron multas en tal sentido.

“Por más intimaciones, eso no resuelve que la gente se quede sin transporte”, reclamó el secretario de Servicios Públicos, Pablo Farías.