En su discurso de asunción ante la asamblea legislativa, Alberto Fernández habló sobre la próxima política exterior de la Argentina. Afirmó que el país "no debe aislarse y debe integrarse a la globalización. Pero debe hacerlo con inteligencia, preservando la producción y el trabajo nacional", indicó.

Luego, adujo que buscarán una diplomacia comercial dinámica, que sea políticamente innovadora. "Pondremos en marcha una integración plural y global. Plural, porque la Argentina es tierra de amistad y relaciones maduras con todos los países. Global, porque esa integración es con el mundo pero también es con un mundo local. Una Argentina inserta en la globalización, pero con raíces en nuestros intereses nacionales", expresó.

Nuestra cancillería estará concentrada en conquistar nuevos mercados, motorizar exportaciones, generar una activa promoción productiva de inversiones extranjeras que contribuyan a modificar procesos tecnológicos y a generar empleo. 

También dedicó un pasaje a la integración regional y el Mercosur. Sobre Brasil, y en el contexto de la relación tensa con Jair Bolsonaro, Fernández dijo: "Tenemos para construir una agenda ambiciosa, innovadora y creativa en lo tecnológico, productivo y estratégico que esté respaldada por la hermandad histórica de nuestros pueblos, que va más allá de cualquier diferencia personal de quienes gobiernan en la coyuntura. La vamos a honrar, vamos a avanzar juntos en la construcción de un futuro de progreso compartido. Seguimos apostando por una América Latina unida, para insertarnos con éxito y con dignidad en el mundo", afirmó.

Sabemos que se trata de un mundo altamente complejo, con grandes problemas y desequilibrios económicos. Han crecido en varios países movimientos autoritarios, ha habido golpes de Estado y al mismo tiempo crecen reclamos ciudadanos contra el neoliberalismo y la inequidad social. En cualquier escenario, la Argentina levantará alto sus principios de paz, de defensa de la democracia, de plena vigencia de los derechos humanos. Defenderemos la libertad y la autonomía de los pueblos a decidir sus propios destinos.

Malvinas

Respecto al reclamo argentino sobre las islas Malvinas, el presidente entrante expresó que a través de una política de Estado a mediano y largo plazo reafirmaremos "nuestro más firme compromiso con el cumplimiento de la cláusula transitoria primera de la Constitución Nacional, y trabajaremos incansablemente para potenciar el legítimo e imprescriptible reclamo por la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos insulares correspondientes". 

Lo haremos sabiendo que nos acompañan los pueblos de América latina y el mundo, y convencidos de que el único camino posible es el de la paz y la diplomacia.  Honraremos la memoria de quienes cayeron en la lucha por la soberanía, trabajando por la resolución pacífica del diferendo y sobre la base del diálogo que propone la resolución 2065 de Naciones Unidas. No hay más lugar para colonialismos en el siglo XXI.

Para ello, indicó que convocará un concejo en el que participarán todas las fuerzas políticas, la provincia de Tierra del Fuego, representantes del mundo académico y de los excombatientes, con el fin de "forjar un consenso nacional para diseñar y llevar adelante las estrategias que permitan conducir con éxito el reclamo, más allá de los calendarios electorales".

Defenderemos, todas y todos, sin distinción de partidos, nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, la Plataforma Continental, la Antártida Argentina y los recursos naturales que estas extensiones poseen porque pertenecen a todos los argentinos.