Una nueva entrevista televisiva a un canal de cable porteño fue la ocasión que escogió Alberto Fernández en el inicio de una semana que marcará el cierre de la tercera etapa de aislamiento obligatorio en el país.

Alberto Fernández mano a mano en VERDAD CONSECUENCIA

Allí reconoció la existencia de angustia en quienes no pueden desarrollar sus actividades normalmente, pero pidió "manejarnos con cuidado" en medio de la pandemia por coronavirus. "El objetivo es que paguemos por esta pandemia con el menor dolor posible. Nunca el Estado hizo tantos esfuerzos por llegar a tanta gente", señaló.

A la hora de la flexibilización, adujo que "el problema es que no estamos manejando un gotero", sino "una de esas llaves inmensas que mueven los oleoductos, donde uno abre cinco centímetros y no sabe cuánto petróleo está saliendo".

En ese camino, apuntó que "no quisiera que la urgencia por trabajar contamine un barrio”, y bregó para que "paulatinamente vayamos volviendo a la normalidad".

Recalcó que "quienes gobiernan saben que debemos manejarnos con cuidado y por eso son cuidadosos", y cuestionó: "Los otros escriben en Twitter, diciendo que 'se terminó la cuarentena, dejen salir a todos'. Es facilísimo. En redes se dicen cosas muy irresponsables, y mucha gente de buena fe lee y cree".

Se sabe que el lunes se debe renovar la cuarentena, y allí Fernández adujo que "vamos a ver cómo llegamos", ya que "para pasar a la próxima etapa, hay que esperar que el contagio se duplique cada 25 días".

Y agregó: "Yo soy muy cuidadoso para pensar en flexibilizar la cuarentena. Porque si el problema se desata, yo me pregunto quién va a ser el responsable".

El mandatario relativizó el presunto ingreso en un default al mencionar una reciente charla con el reconocido economista estadounidense Jeffrey Sachs, adujo que "la pandemia dio vuelta a todo el mundo" aunque reconoció que la deuda externa "todavía es un problema".