Sara Garfunkel fue la primera en ingresar a la casa de Alberto Nisman aquel 18 de enero de 2015. También la titular de una cuenta no declarada en Nueva York con 600.000 dólares, cuyo apoderado era su hijo el fiscal.

La madre del funcionario judicial, fallecido hace cuatro años, encabezó este viernes los actos donde se inauguró un monumento en homenaje a Nisman.

El hecho tuvo lugar en el Bosque Ben Shemen, ubicado a 25 kilómetros de Tel Aviv, con el aval del gobierno argentino y el presidente del parlamento israelí y los titulares de la AMIA y la DAIA.

“Hoy me siento en casa, gracias a esta gran familia que decidió acompañarme para recordar a mi hijo. Me llevo el mejor recuerdo de ustedes”, graficó Garfunkel.

Mientras se intenta despejar dudas respecto a cómo murió el fiscal que encabezaba la Unidad Especial por el atentado a la mutual de 1994, a cuatro años este hecho se transformó, a la distancia, en el más significativo.

Visiblemente movilizada, remarcó que “me hacía falta este homenaje”, el cual “que de algún modo me enseñará a seguir viviendo”.

No dejó de agradecer, en su breve alocución, “al Estado argentino, en persona del embajador Mariano Caucino”.

A media mañana, también se lo recordará con un acto en nuestro país.

Discurso de Sara Garfunkel, madre de Alberto Nisman, en Israel a cuatro años de su muerte