En la mañana de este jueves llegó la mentada conferencia de prensa de Axel Kicillof. El motivo es el tema que ocupó la agenda pública en las últimas horas, merced a que cientos de efectivos de la Policía Bonaerense se presentaron frente a la Quinta de Olivos, aunque cuando fueron invitados a una reunión, desistieron.

Un grupo de servidores públicos se convocó frente al Centro de Coordinación Estratégica de la policía provincial en Puente 12 en La Matanza, al aguardo del anuncio, repudiando lo ocurrido la jornada anterior. En ese camino se expresó Luis Tonil, presidente de la Defensoría Policial, una de las caras visibles hoy.

En el acto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires anunció que los efectivos de la fuerza "pasarán a percibir un salario de bolsillo de 44.000 pesos".

En detalle, adujo que habrá "una equiparación del salario con el de la Policía Federal Argentina", correspondiente a los casi 40 mil efectivos de la Bonaerense. El mandatario remarcó que llegará a 120 pesos el pago de "las denominadas horas Core" y que triplica el monto que se otorga para la compra de uniformes: será de $ 5.000.

Consideró que tal cuestión es una "decisión política de fondo" que busca "saldar una deuda con la policía".

No dejó de lado, a su vez, la parte política del reclamo. Y expuso: "Si esto es un reclamo salarial y de condiciones de trabajo, estamos dando una respuesta contundente e histórica, de fondo. En otro caso, vamos a comprender que es una cuestión política y totalmente distinta".