Reconocido admirador del rock argentino, Alberto Fernández conoció varios íconos de la música en sus princiios.

La periodista Romina Calderaro de Página 12 entrevistó al Presidente y le preguntó: ¿Es cierta la anécdota de que empezó a sentirse dirigente político cuando convenció a sus padres de que no significaba ningún peligro que sus amigos fueran músicos como Pappo?.

Fernández contó que la anécdota es cierta. "Estaba comiendo con mi padre en Pippo y veo que él miraba atrás mío con cara de preocupación. Le pregunto qué le pasa. "Es que allá atrás hay un tipo que es increíble: está comiendo los fideos con la mano"". Miro y eran Pappo, Luis Alberto Spinetta y otros más".

Como fanático de la música, Alberto Fernández fue a saludarlos. "Yo los conocía de los recitales. Pappo me dijo "qué hacés, Alberto" (le imita la voz ronca) y volví a la mesa".

"Yo tendría 16 años. Le conté que eran músicos, que eran mis amigos", contó Alberto. Tras el almuerzo, su padre y él se separaron para continuar con su rutina. Sin embargo, a la noche ocurrió una discusión entre Fernández y sus padres. "Me encontré con una especie de tribunal familiar formado por mamá y papá. Mi mamá me dijo: "Me ha contado papá un episodio increíble, hijo. ¿Con quiénes te estás juntando?". Claro, circulaba una teoría, en parte cierta, de que en el mundo del rock había droga y mantenían una vida licenciosa".

Tras las acusaciones, el joven futuro presidente de 16 años le dijo: "Ustedes no están dudando de mí, están dudando de la educación que me dieron. Si ustedes confiaran en la educación que me dieron sabrían que jamás me involucraría en esas cosas". Allí, empezaron a retroceder, recordó Fernández.

El Presidente recuerda especialmente ese día porque logró persuadirlos con argumentos que él sentía "de corazón" y porque cree en la política como el arte de la persuasión.